El síndrome de burnout es una enfermedad profesional que necesita medidas de prevención eficaces para proteger a las personas trabajadoras.
Riesgos psicosociales
Dentro del ámbito laboral se suceden distintos escenarios que pueden originar riesgos para los/as trabajadores/as. Si bien algunos son de fácil detección, existen otros, como los riesgos psicosociales, que son menos visibles y perceptibles.
Los riesgos psicosociales son aquellos cuyo origen está determinado por el diseño, organización, dirección del trabajo y el entorno social que se genera en el seno de una empresa. A estos riesgos psicosociales se vinculan determinados daños o enfermedades entre los que se encuentra el burnout como uno de los más comunes.
Veamos con más detalles el síndrome de burnout y cómo la prevención es la respuesta para minimizar su aparición.
Síndrome de burnout: datos interesantes
El síndrome de burnout, burnout laboral o “síndrome de la persona quemada en el trabajo” es un estado de agotamiento emocional, físico y mental causado por un estrés excesivo y prolongado en el trabajo. Es un síndrome que afecta a millones de personas trabajadoras en todo el mundo, y por ello la Organización Mundial de la Salud la ha incluido en su listado de enfermedades asociadas al empleo o el desempleo.
Este dato remarca la gran importancia de tener en cuenta esta enfermedad laboral y proporcionar medidas para proteger a las personas trabajadoras.
Características del síndrome de burnout
Como hemos comentado, el burnout ocurre cuando el trabajador o trabajadora se siente abrumado/a, emocionalmente agotado/a e incapaz de satisfacer las demandas constantes que recibe. Puede tratarse de que reciba muchas tareas, que haya cambios de priorización constantes, exceso de presión, horarios incompatibles con la conciliación, etc.
A medida que el estrés continúa, se comienza a perder el interés y la motivación por lo que se hace. El agotamiento reduce la productividad y resta energía, dejando a la persona cada vez más indefensa, desesperanzada, cínica y resentida. En los peores casos puede culminar en episodios depresivos o depresión general, afectando no solo a la vida laboral sino también a la personal.
Fases del burnout
Diversos estudios han determinado 4 fases en el síndrome de burnout:
- Entusiasmo. La fase relativa a los inicios de una actividad laboral. Todo es nuevo e ilusionante.
- Estancamiento. El estado de entusiasmo va disminuyendo y se comienzan a ver la realidad de la rutina y el entorno de trabajo.
- Frustración. Un paso más del estancamiento que genera frustración, desilusión y desmoralización.
- Apatía. Los síntomas de la etapa anterior, a largo plazo, desencadenan sensaciones mucho más complejas para la salud: reducción de la autoestima, pérdida de la confianza…
Lo más curioso de todo esto es que la mayor parte de las personas trabajadoras ha pasado por alguna de estas etapas. Alguna vez en su carrera profesional se ha sentido de esta manera, incluso hasta la fase final, desarrollando diferentes estados de burnout.
Personas más propensas a sufrir burnout
Aunque todo/a profesional se expone a sufrir burnout, posiblemente la experiencia sea un factor determinante para minimizar las fases más graves de este síndrome de agotamiento. Quizás sea más representativo el factor del tipo de actividad profesional para tener presente un mayor porcentaje de aparición del burnout: docentes, personal sanitario, cuerpos de seguridad del estado, personas que trabajan en atención al cliente, etc.
¿Se puede prevenir el burnout?
Como enfermedad profesional y parte de los riesgos psicosociales que se pueden dar en una empresa, es obligación de la persona responsable tomar las medidas preventivas pertinentes para controlar y minimizar este agotamiento laboral.
Una buena y profesional formación en prevención de riesgos laborales es primordial para tener la certeza de minimizar los escenarios donde se pueden originar el síndrome de burnout. La formación es tan importante para quien entrega las tareas como para quien debe realizarlas, para que la comprensión y empatía mutua hagan el trabajo lo más eficaz y eficiente posible.
A día de hoy, mediante el uso de sistemas de gestión de aprendizaje (LMS) para prevención en riesgos laborales, o cualquier otro medio de formación, es posible que las personas trabajadoras aprendan sobre este concepto de forma fácil y rápida.
Estrategia de prevención
Además, consensuar las medidas preventivas hará posible desarrollar una estrategia de prevención del síndrome de burnout en las empresas:
- Equilibrio de funciones en el trabajo.
- Fomento de la comunicación y colaboración.
- Asegurar la capacitación de la persona para el puesto de trabajo.
- Medidas flexibles para facilitar el trabajo.
- Disponer de las herramientas adecuadas.
En definitiva, tener presente el burnout y conocer sus síntomas y características es fundamental para trabajar de forma eficiente y efectiva en la empresa. El burnout solo trae desmotivación, bajo rendimiento y malos resultados.
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