El pasado mes de junio el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) publicaba el informe “Salud mental y trabajo”, en el que se trataba de determinar la asociación entre factores de riesgo psicosocial y salud mental.

Como sabemos, el bienestar laboral va más allá de la mera ausencia de accidentes físicos. La salud mental es un componente fundamental que impacta directamente en el rendimiento, la satisfacción y la calidad de vida de las personas trabajadoras.

En este artículo, exploramos la relación entre la salud mental y el trabajo, resumiendo algunos de los puntos más importantes destacados en el informe del INSST.

 

Salud mental y trabajo: una conexión intrínseca

 

El trabajo es una parte significativa de la vida de las personas y, por lo tanto, tiene un impacto profundo en su salud. Las personas que experimentan altos niveles de estrés, sobrecarga de trabajo, falta de autonomía, roles ambiguos o relaciones conflictivas son más susceptibles a desarrollar problemas de salud mental como ansiedad, depresión e incluso el agotamiento emocional, conocido como síndrome de burnout.

Además, las presiones económicas y los desafíos laborales pueden tener efectos perjudiciales en la vida personal, afectando las relaciones, calidad del sueño y bienestar general. Por lo tanto, abordar la salud mental en el trabajo no solo es una responsabilidad ética, sino también un factor crucial para mejorar la productividad y reducir los costos asociados con el ausentismo y la rotación de personal.

 

 

Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027

 

La Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo (EESST) 2023-2027 determina los principales retos (a medio plazo) en el ámbito de la salud y la seguridad en el trabajo. Asimismo, presenta las acciones necesarias para alcanzarlos.

De esta manera, entre las líneas de actuación previstas en esta estrategia se incluye la mejora de la información sobre factores de riesgo psicosocial, a través del establecimiento de indicadores psicosociales. Esto se realiza con dos objetivos:

1. Conocer qué actividades económicas son las más afectadas por estos factores.
2. Facilitar el poder anticipar intervenciones preventivas en caso de situaciones de desvío respecto a los estándares de seguridad y salud en el trabajo

 

Informe “Salud mental y trabajo” (INSST)

 

El informe presentado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el trabajo busca determinar la asociación entre factores de riesgo psicosocial y salud mental a través de cuatro fuentes de información:

1. Módulo especial EPA 2020 sobre accidentes laborales y problemas de salud relacionados con el trabajo (INE).
2. Base de patologías no traumáticas de la Seguridad Social (PANOTRATSS), a través de la que se analizan trastornos mentales entre 2017- 2020.
3. Base de accidentes de trabajo con baja (Delt@), desde la que se analizan accidentes con daño psíquico entre 2017-2020.
4. Encuesta Europea de Salud-España 2020 (INE).

 

Resultados del informe

A continuación, realizamos un resumen de los resultados del informe “Salud mental y trabajo” desglosado según las cuatro fuentes de información nombradas anteriormente:

 

1. Módulo especial de la encuesta de población activa (EPA) 2020

En primer lugar, se ofrecen los resultados de la encuesta realizada a la población ocupada mayor de 16 años. A estas personas se les preguntó qué factores de su trabajo podían tener mayores efectos negativos sobre su salud mental. Los factores incluidos fueron los siguientes:

• Presión de tiempo o sobrecarga (severa) de trabajo.
• Violencia o amenaza de violencia (real o percibida).
• Acoso o intimidación (incluidos mobbing y violencia psicológica).
• Mala comunicación o cooperación dentro de la organización.
• Trato difícil con clientela, pacientes, alumnado, etc.
• Inseguridad o incertidumbre laboral.
• Falta de autonomía o de influencia sobre el ritmo o los procedimientos de trabajo.

Tal como se muestra en el informe, de esta fuente de datos se obtuvieron diversas conclusiones. Entre los factores más señalados en cuanto a su influencia negativa en la salud mental estaban la presión de tiempo o sobrecarga de trabajo y el trato difícil con clientela, pacientes, alumnado, etc.

Por otro lado, se señala que las actividades más expuestas a factores laborales que pueden afectar a la salud mental fueron el transporte y almacenamiento, las actividades financieras y de seguros, la administración pública y las actividades sanitarias y de servicios sociales.

 

2. Sistema de información de accidentes de trabajo por patologías no traumáticas (PANOTRATSS) 2017-2020

El informe analiza un total de 363 patologías no traumáticas clasificadas como ”trastornos mentales y del comportamiento”. Estas fueron notificadas entre 2017 y 2020 y, de los 363 casos notificados, el 58% corresponden a mujeres y el 42% a hombres.

Las actividades donde se notifican mayor número de casos son las siguientes:

• Actividades sanitarias.
• Transporte terrestre y por tubería.
• Administración Pública y defensa.
• Comercio al por menor.
• Servicios financieros.
• Servicios de comidas y bebidas.
• Asistencia en establecimientos residenciales.

Con respecto al tipo de patologías que se han observado en mayor medida, han destacado los episodios de ansiedad (73%) y el estrés postraumático (25%).

 

3. Sistema de información de accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo (Delt@) 2017-2020

En el periodo 2017-2020 se notificaron 2.755 accidentes clasificados como “daño psicológico debido a agresiones y amenazas”. En concreto, uno de cada cuatro accidentes se produce, en las siguientes actividades, en el orden establecido:

1. Actividades sanitarias.
2. Transporte terrestre y por tubería.
3. Administración pública y defensa.
4. Comercio al por menor.

Esto quiere decir que el personal sanitario y auxiliar, el personal de transportes, los/as empleados/as administrativos con tareas de atención al público, el personal de venta en tiendas y almacenes, así como el cuerpo de policía, acumulan el mayor número de casos. No obstante, es importante notar que la incidencia acumulada de este tipo de accidentes por sexo es casi el doble en mujeres que en hombres (20,4 y 12,7, respectivamente).

 

4. Encuesta europea de salud – España 2020

A partir de los resultados de la encuesta, se estima que el 3% de la muestra experimentó depresión durante el año 2020. Esta cifra, además, aumenta entre las mujeres (4,4%), las personas mayores y las personas con trabajos a tiempo parcial. La prevalencia de ansiedad también es significativa (4,6%), especialmente entre las mujeres (6,7%) y personas trabajadoras mayores.

En esta encuesta se analizan varios factores:

Consumo de medicación ( 6,8% de la muestra): el informe establece que “la existencia de síntomas y otros signos compatibles con deterioro de la salud mental (problemas para dormir, cansancio, escaso apetito, decaimiento, etc.)” es más frecuente en mujeres, en mayores de 50 años, entre aquellos/as sin contrato formalizado, con contratos a tiempo parcial y en aquellos/as con jornada continua de noche. 

Trabajo a tiempo parcial: factor asociado al deterioro de la salud mental junto con otras características laborales como la temporalidad y la ausencia de contrato formalizado. Se sugiere que el trabajo a tiempo parcial puede estar vinculado a circunstancias familiares y sociales que afectan la salud mental, como la necesidad de cuidar a familiares enfermos o la insuficiencia de prestaciones asociadas a este tipo de jornada.

Edad y género: ser mayor de 50 años y ser mujer son variables con mayor peso en la asociación con los problemas de salud mental. 

Frustración laboral: la frustración derivada de un trabajo que no se adapta a las expectativas personales, la formación o los conocimientos también podría influir en el deterioro de la salud mental.

En general, se determina que existe una mayor asociación entre el trabajo y el deterioro de la salud mental en actividades como las administrativas, servicios auxiliares y servicios sociales, hogares, actividades artísticas, y actividades recreativas y de entretenimiento.

 

Prevención del estrés y riesgos psicosociales

 

A través de distintas medidas de prevención y, sobre todo, una buena formación, la plantilla puede adquirir conocimientos sobre los riesgos psicosociales y el estrés laboral, así como aprender estrategias efectivas para afrontar situaciones estresantes y mantener una buena salud mental.

Al mismo tiempo, las personas responsables de la gestión de recursos humanos y las personas líderes de equipos también deben recibir capacitación para reconocer y abordar signos de problemas de salud mental entre su personal.

 

Algunas medidas clave para prevenir riesgos psicosociales

 

• Evaluación de riesgos psicosociales: identificar y analizar los factores que pueden afectar negativamente la salud mental, como altas demandas laborales, falta de control sobre el trabajo, apoyo social inadecuado y conflictos interpersonales.
• Promoción del equilibrio entre trabajo y vida personal: fomentar prácticas laborales que permitan disfrutar de tiempo libre y actividades fuera del trabajo.
• Comunicación y apoyo: establecer canales de comunicación abiertos y efectivos para que el personal pueda expresar sus preocupaciones y recibir apoyo cuando sea necesario.
• Capacitación en manejo del estrés: brindar herramientas y técnicas para manejar el estrés de manera saludable, como la práctica de ejercicios de relajación y técnicas de respiración.
• Fomento de un clima laboral positivo: crear un ambiente de trabajo en el que se promueva el respeto, el reconocimiento y la colaboración entre los miembros del equipo.

En definitiva, el fomento de una cultura de prevención y la capacitación en prevención de riesgos laborales, especialmente en lo que respecta a la prevención del estrés y los riesgos psicosociales, juegan un papel vital en la creación de entornos laborales seguros, saludables y productivos. 

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