Adaptar horarios evita la exposición al calor extremo en las horas más críticas. Esto reduce el riesgo de fatiga térmica, mejora el rendimiento y disminuye la probabilidad de accidentes. Trabajar en condiciones más frescas favorece la seguridad laboral.
¿Cuáles son los síntomas tempranos del estrés térmico en el trabajo?
Los primeros signos del estrés térmico incluyen fatiga, mareos, visión borrosa, somnolencia, menor capacidad de concentración y tiempos de reacción...



