Porque pueden acumular calor innecesario, humedad o suciedad del entorno, convirtiéndose en una fuente de proliferación bacteriana. Lo ideal es secarlos al aire en un lugar limpio y ventilado, sin contacto con superficies contaminadas.
¿Qué documentación radiológica debe conservar la empresa?
Historiales dosimétricos, protocolos, registros de calibración, planes de emergencia e informes de incidentes.