Las legislaciones nacionales y europeas exigen que el agua utilizada en la industria alimentaria cumpla con criterios de potabilidad: sin bacterias patógenas, libre de contaminantes químicos y con características físicas (olor, turbidez, color) dentro de los límites permitidos. Su cumplimiento es obligatorio y sujeto a inspecciones sanitarias.
¿Qué responsabilidad afronta el empresario si no adopta medidas preventivas adecuadas?
Puede incurrir en sanciones administrativas, responsabilidad civil por daños y, en casos graves, responsabilidad penal, al incumplir la LPRL y sus...



