Los accidentes de tráfico constituyen uno de los problemas que debe abordar la prevención de riesgos laborales de la empresa. La seguridad vial es un factor clave para la protección de las personas trabajadoras tanto en los desplazamientos en misión de trabajo como los desplazamientos entre el trabajo y la vivienda.
Accidentes de trabajo
¿Qué es un accidente de trabajo?
Entendemos como «accidente de trabajo» toda lesión que una persona trabajadora sufra a causa o con ocasión de las tareas que desempeña y que provoque una incapacidad (temporal o permanente) o, incluso, la muerte. Estos ocurren durante la jornada laboral, ya sea fuera o dentro de la empresa.
¿Qué debe hacer la persona afectada?
Avisar inmediatamente a su jefe/a o supervisor/a directo/a.
¿Qué debe hacer la persona empleadora?
Prestar los primeros auxilios y derivar oportunamente a la ACHS o al servicio médico que corresponda al Instituto de Seguridad Laboral (ISL). Además, deberá dar aviso antes de que pasen 24 horas después de haber ocurrido el accidente al ISL o a la mutualidad a la que se encuentre afiliado, a través del formulario de Denuncia Individual de Accidente de Trabajo (DIAT). La empresa debe guardar una copia de la DIAT recepcionada y entregar otra copia de este documento a la persona trabajadora.
Accidentes de tráfico en el entorno laboral
Se consideran accidentes laborales de tráfico aquellos sufridos como consecuencia de los desplazamientos realizados durante la jornada laboral (in misio) o los sufridos al ir o al volver del lugar de trabajo (in itinere).
Es accidente de tráfico aquel que reúna las siguientes características:
- Se ha producido o tiene su origen en una de las vías o terrenos objeto de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial.
- Como consecuencia de estos, han resultado una o varias personas fallecidas o heridas.
- Ha estado implicado, al menos, un vehículo en movimiento.
Debido a lo indicado anteriormente, debes tener en cuenta que en el ámbito laboral, a la hora de planificar la prevención de accidentes viales, no debemos olvidar todos aquellos accidentes que, aun no reuniendo las características para considerarse “accidentes de tráfico”, sean “accidentes de trabajo” como, por ejemplo, los ocurridos dentro de las instalación de una empresa sufrido con ocasión, o como consecuencia, de la existencia de equipos de trabajo móviles y peatones.
Accidente de trayecto (itinere)
¿Qué es un accidente de trayecto?
Los accidentes de trayecto corresponden a los incidentes ocurridos en el traslado directo (tanto de ida como de regreso) entre la residencia de la persona trabajadora y su lugar de trabajo. También se incluyen aquellas situaciones que ocurren en el trayecto directo entre dos lugares de trabajo, aunque sean de distintos empleadores.
Si una persona se desvía entre el camino habitual de su casa al trabajo o entre dos locaciones laborales diferentes, esto no corresponde a un accidente de trayecto, ya que estos solo consideran el tránsito directo entre estos puntos. Tampoco constituyen accidentes de trayectos los sufridos dentro del domicilio (entrada, antejardín, portón, etc.), exceptuando aquellos lugares que estén sujetos al régimen de copropiedad inmobiliaria, cuando los accidentes ocurran en ascensores, escaleras y espacios de uso común y no privativo del afectado, en cuyo caso, deberán considerarse como accidentes de trayecto.
¿Qué debe hacer la persona afectada?
Acudir al centro de atención de la ACHS, donde deberá explicar que sufrió un accidente de trayecto e informar a su empleador/a apenas sea posible. En este caso, la persona afectada tendrá que detallar las circunstancias del accidente y acompañar su relato con medios de prueba (por ejemplo: parte policial, constancia de carabineros, testigos, entre otros). De no contar con esta evidencia, la declaración puede constituir un medio de prueba suficiente si es detallada y si comprueba directamente lo ocurrido.
¿Qué debe hacer la persona empleadora?
Debe dar aviso, antes de que pasen 24 horas, de haber sido informado del accidente a la mutualidad correspondiente, a través del formulario de Denuncia Individual de Accidente de Trabajo (DIAT).
Factores de riesgo para los accidentes de tráfico
Los factores de riesgo que pueden dar lugar a accidentes de tráfico son los siguientes:
- El factor humano: influyen elementos como el alcohol, las drogas, los psicofármacos, la fatiga, la falta de atención o el estrés.
- El factor vehículo: elemento que se utiliza tanto para el desplazamiento hasta el centro de trabajo como herramienta profesional. Entre los riesgos asociados a este se incluyen el estado de los neumáticos y frenos, la fijación de la carga por transportar, la disipación de gases, los parachoques, las estructuras absorbentes, los medios de protección (cinturones de seguridad, cascos, airbags), los depósitos antirrotura y antiderrame o las cabinas reforzadas.
- El factor vía: entendido como el escenario donde se produce el tráfico.
- El factor empresa: la organización de la actividad empresarial debe incluir, entre otros aspectos, la planificación de las rutas, los niveles de productividad exigidos, las políticas de remuneración, la gestión de las comunicaciones y el mantenimiento preventivo de los vehículos.
Fases del Plan de Seguridad Vial de empresa
Como paso previo a la implantación de un Plan de Seguridad Vial de Empresa se debe implicar en la participación a todos los actores. Es fundamental que toda la plantilla se sienta parte del plan para evitar la sensación de imposición.
A continuación, resumimos las fases de un Plan de Seguridad Vial de Empresa:
- Diagnóstico: analizando la movilidad, los accidentes, las condiciones reales de conducción y la gestión de los desplazamientos.
- Evaluación de riesgos: asignando el nivel de exposición del riesgo para diferenciar los colectivos prioritarios en los que implantar las medidas preventivas.
- Elaboración del plan: definiendo los objetivos por alcanzar conforme a las acciones programadas.
- Implantación del plan: comunicándolo a la plantilla y advirtiendo de la adecuación de instalaciones y equipos, en su caso, y estableciendo los procesos teniendo en cuenta su adaptación a los cambios.
- Seguimiento y evaluación: a través de indicadores para poder concretar las acciones correctivas o de mejora.
Evitar los accidentes
Prevenir
- Cumplir con los Planes de Prevención de Riesgos Laborales y los Planes de Movilidad, si la compañía cuenta con ellos. Estos planes han analizado los posibles factores de riesgo y cómo evitarlos.
- Planificar los desplazamientos teniendo en cuenta la situación del tráfico, condiciones meteorológicas o posibles situaciones inesperadas, y establecer rutas alternativas.
- El vehículo, en óptimas condiciones de seguridad. Es importante que se revise con periodicidad y siguiendo siempre el mantenimiento recomendado por la empresa fabricante.
- Utilizar todos los elementos de protección. Cinturón de seguridad en el caso de ir en vehículos a motor como coches, camiones o furgonetas, y el casco en caso de utilizar bicicletas, motos o ciclomotores. Hay que recordar que, en el caso de ir con niños, los menores con estatura inferior a 1,35 cm deben ir con un sistema de retención infantil homologado a su altura y peso y en los asientos traseros.
- Cumplir con las cargas máximas autorizadas para cada vehículo y no sobrecargarlo, ya que se compromete la estabilidad y, por lo tanto, la seguridad. Es muy importante que la carga esté bien sujeta y siempre con una separación física con respecto a las personas ocupantes en el vehículo.
Evitar
- Evitar jornadas maratonianas e intensivas. Se debe descansar con frecuencia. Lo recomendable es parar cada 200 km o cada 2 horas de conducción. En todo caso, es importante dejar de conducir ante el menor síntoma de cansancio.
- Evitar distracciones. Por supuesto, no utilizar el teléfono móvil y no manipular el GPS durante la conducción. También es recomendable no utilizar el manos libres en la medida de lo posible.
- Respetar los límites de velocidad y la distancia de seguridad. Evitar correr: es fundamental llevar una velocidad y distancia adecuadas para poder reaccionar a tiempo y evitar colisiones.
- Nunca hay que ponerse al volante bajo los efectos del alcohol, drogas o medicamentos que puedan afectar a la capacidad para conducir y mermar los sentidos.
- Respetar al resto de usuarios de la carretera, en especial a los más vulnerables. Evitar generar conflictos: la persona conductora debe cumplir en todo momento con las normas de circulación y tener paciencia en la carretera.
Prevenir accidentes con lluvia
Con la llegada de la lluvia, el riesgo de sufrir accidentes de tráfico aumenta significativamente. Por ello, USO destaca una serie de recomendaciones que sirven para todos los colectivos que desarrollan sus funciones conduciendo, así como para las personas que utilizan sus vehículos para ir trabajar:
- Comprobar, antes de salir, el estado de los elementos del vehículo como luces, frenos, neumáticos, amortiguación y el sistema de climatización para evitar los empañamientos.
- Extremar la precaución ante las primeras gotas de lluvia, puesto que la mezcla del agua, el polvo y la suciedad provoca que la carretera sea una superficie sumamente deslizante.
- Adecuar la velocidad a la vía por donde se circula, utilizando el freno con suavidad.
- Tener en cuenta las líneas blancas de la carretera, que pueden ser el origen del accidente por frenar sobre ellas.
- Para evitar el aquaplanning no se debe frenar, sino reducir la velocidad y controlar con firmeza la dirección hasta que sintamos que las ruedas vuelven a tener adherencia suficiente.
- La lluvia es un factor estresor. Puede controlarse saliendo con una mayor anticipación y descansando (más de lo recomendado para situaciones normales) para poder recuperarnos de la mayor fatiga que produce.
Especialmente en otoño, es habitual también que el trabajo en exteriores se desarrolle con lluvia y viento. No hay que olvidar que se requiere de una prevención de riesgos laborales específica y hay que aplicar medidas preventivas para no poner en peligro nuestra salud laboral.
El factor humano en los accidentes de tráfico
Si bien no existen estudios objetivos sobre las causas reales de estos siniestros, se suele considerar que, debido a la importante mejora del parque automovilístico y de las vías de circulación, un 90% puede estar provocado por un factor humano.
Al estudiar este tipo de accidentes hay que considerar a varias personas:
- La persona trabajadora como conductora de un vehículo (con el que puede tener una colisión y lesionarse, de forma no exclusiva, a sí mismo/a).
- Otros/as acompañantes.
- Los/as conductores/as u ocupantes de otros vehículos.
- Los/as peatones.
- La persona trabajadora que, como peatón, puede ser atropellado/a por un tercer vehículo de transporte en movimiento.
En cualquiera de estas situaciones, es obvio que un buen conocimiento de las normas del código de circulación por parte de todos los trabajadores y un nivel alto de concienciación sobre el respeto a este, tanto en su faceta de conductor/a de un vehículo como de peatón, reduciría sustancialmente estos accidentes.
Desde esta perspectiva, hemos de señalar que es tan importante la aptitud de la persona trabajadora en cuanto al conocimiento de dichas normas, como su actitud con respecto al cumplimiento de estas.
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