El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, que ocurre cuando la temperatura del cuerpo alcanza los 40 °C o más, como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas. Los mecanismos termorreguladores del cuerpo no funcionan correctamente y este es incapaz de mantener su temperatura normal. Esta afección es más frecuente lógicamente en los meses de verano, por lo que es ahora cuando hay que estar más atentos.
En los meses de verano, la acumulación excesiva de calor en el organismo, que se puede producir tanto por las altas temperaturas como por el calor que genera el cuerpo en actividades físicas intensas, incrementa el riesgo de accidentes laborales. Evitar un posible accidente de trabajo por golpe de calor es una de las obligaciones más importantes de muchas empresas durante este periodo del año. La muerte de una persona trabajadora por golpe de calor es casi siempre evitable.
Nota importante: El golpe de calor no solo se da en exterior, puede darse también en interiores mal ventilados o acondicionados donde la temperatura alcance más de 30 ºC.
El golpe de calor requiere un tratamiento de urgencia. Si no se trata a tiempo puede producir daños irreparables en el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. Retrasar el tratamiento aumenta la probabilidad de sufrir complicaciones graves o incluso llegar a la muerte.
Síntomas del golpe de calor
Síntomas como fatiga, piel seca, dolor de cabeza, vértigo, deshidratación y rampas musculares pueden ser precursores de otros más importantes como los que vemos a continuación:
- Alta temperatura corporal. Una temperatura corporal de 40 ºC o más.
- Alteración del estado mental o del comportamiento. La confusión, la agitación, la dificultad para hablar, la irritabilidad, el delirio, las convulsiones y el coma pueden ser el resultado de un golpe de calor.
- Náuseas y vómitos. La persona puede sentirse mareada, con mal del estómago o incluso vomitar.
- Piel enrojecida. La piel puede enrojecerse a medida que aumenta la temperatura del cuerpo.
- Respiración rápida. La respiración puede volverse rápida y superficial y producir que el aire llegue con dificultad a los pulmones.
- Taquicardia y pulso rápido.
- Ritmo cardíaco acelerado. El pulso puede aumentar significativamente debido a que el estrés por calor impone una tremenda carga al corazón para ayudar a enfriar el cuerpo.
- Dolor de cabeza. La cabeza puede palpitar.
- Alteración en la sudoración. En el golpe de calor provocado por el calor, la piel se sentirá caliente y seca al tacto. Sin embargo, en el golpe de calor provocado por el ejercicio extenuante, la piel puede sentirse seca o ligeramente húmeda.
Medidas preventivas
La adopción de medidas preventivas sencillas, fácilmente aplicables por parte de la empresa y de los/as trabajadores/as, permite disminuir estos riesgos.
Para mejorar las condiciones de trabajo durante la jornada laboral de los empleados/as se debe consultar periódicamente la previsión meteorológica de la región: así, las personas responsables podrán planificar el trabajo y adoptar las medidas preventivas necesarias. Por ejemplo:
- Evitar las horas de mayor impacto solar, flexibilizando horarios o distribuyendo las tareas aprovechando zonas de sombra con el movimiento solar.
- Proteger la cabeza con gorra o sombrero y, en la medida de lo posible, ir humedeciéndolo.
- Beber mucho líquido y hacer pausas a lo largo de la jornada. Cuidar la hidratación ayuda al cuerpo a sudar y a mantener una temperatura normal.
- Evitar el trabajo individual, favoreciendo el trabajo en equipo para facilitar la supervisión mutua entre trabajadores/as.
- Aclimatar a las personas trabajadoras: si estamos acostumbrados/as a trabajar bajo temperaturas altas, nos hidratamos bien, nos protegemos la piel del sol, intentamos trabajar poco tiempo bajo el sol directo, etc., nos resultará más sencillo que pasar a trabajar en la calle directamente desde una oficina con aire acondicionado. El cuerpo puede tardar semanas en adaptarse a un clima caluroso.
- Aplicar crema solar 20 minutos antes de ir a trabajar y reaplicarla regularmente a lo largo del día. En este caso, para proteger la piel de la radiación ultravioleta es aconsejable utilizar factor de protección 50 o superior en las zonas cutáneas expuestas al sol.
- Usar vestimenta adecuada. Usar demasiada ropa, ropa gruesa o ropa ceñida no permite que el cuerpo se enfríe de forma adecuada. La vestimenta debe ser transpirable y holgada.
- Evitar las comidas pesadas y no tomar bebidas con cafeína o con alto contenido en azúcar.
Personal vulnerable
Si alguna persona trabajadora presenta un riesgo mayor de sufrir un golpe de calor, toma precauciones especiales. Las personas más vulnerables son las que toman medicamentos (por ejemplo para el corazón) o tienen una afección que aumenta el riesgo de padecer problemas relacionados con el calor, también personas de edad avanzada, con ciertas enfermedades crónicas o con sobrepeso.
Otros aspectos que se deben tener en cuenta
En el lugar de trabajo juegan un papel importante una combinación de factores individuales (edad, salud física…) y colectivos (organización de la actividad, las condiciones de trabajo…), no solo en la salud, sino también la alteración de rendimiento físico y mental de las personas. Se debe considerar que el riesgo es muy elevado cuando las temperaturas superan los 30º C a la sombra. Este riesgo es mayor cuando se supera el 70% de humedad.
La persona responsable tiene que tener en cuenta la situación individual de cada persona trabajadora e informar de las recomendaciones específicas para su posición y su trabajo. Los trabajadores y trabajadoras también tienen recibir información sobre la necesidad de dejar la actividad que estén haciendo en caso de que presenten alguno de los síntomas relacionados con la exposición al calor, así como de evitar hacer actividades de riesgo si no se encuentran al bien (por ejemplo, conducir o utilizar maquinaria).
La vigilancia de la salud tiene que tener en cuenta las olas de calor, sobre todo para detectar a las personas trabajadoras especialmente sensibles a este riesgo y proponer medidas preventivas específicas. Cuando las temperaturas sean extremas, el organismo estará sometido a una demanda energética más alta y, por eso, es importante modificar y adoptar ciertos comportamientos que permitirán afrontar mejor estas exposiciones.
¿Cómo actuar ante un golpe de calor?
Si crees que una persona puede estar sufriendo un golpe de calor, busca ayuda médica de inmediato. Llama al 112 o a los servicios de emergencia y a continuación toma medidas de inmediato para enfriar a la persona afectada durante el tiempo de espera de la ambulancia.
- Lleva a la persona a la sombra o a un ambiente cerrado refrigerado.
- Quítale el exceso de ropa si fuera necesario (monos de trabajo, abrigos, gorra…)
- Enfriar a la persona es imprescindible y urgente, hazlo por cualquier medio disponible:
- Colócala despacito en una bañera con agua fría o en una ducha fresca.
- Rocíala suavemente con una manguera de jardín.
- Pásale una esponja con agua fresca.
- Abanícala mientras la rocías con agua fresca, o colócale compresas de hielo o toallas húmedas y frías sobre la cabeza, el cuello, las axilas y la ingle.
- Procura que beba agua a pequeños sorbos.
Cualquier método que le permita bajar la temperatura corporal de forma suave y no brusca será bienvenido.
Formación
La mejor manera de evitar un golpe de calor es tener a tus empleados/as bien formados/as y que conozcan perfectamente cómo deben comportarse y actuar bajo condiciones de calor. Así podrás prevenir cualquier accidente no deseado.
En Digital Preventor te ofrecemos una formación muy útil para afrontar el reto de trabajar en verano con seguridad. Contáctanos y te ayudaremos para que tus trabajadores/as o los de tus clientes/as puedan realizar el curso y obtener su diploma acreditativo conforme conocen las medidas necesarias.