En la actualidad, la prevención de riesgos laborales ha evolucionado significativamente, y con esta evolución ha surgido un enfoque de prevención inclusiva que reconoce y valora la diversidad de las personas en el entorno laboral. La prevención inclusiva se basa en la premisa fundamental de que todas las personas, sin importar su género, edad, habilidades físicas o mentales, merecen un entorno de trabajo seguro y saludable.
La realidad de la diversidad en el entorno laboral
La diversidad en el lugar de trabajo abarca una amplia gama de características: edad, género, orientación sexual, etnia, religión, diferencia de capacidades… Esta diversidad es un valor en sí misma, ya que aporta diferentes perspectivas, experiencias y habilidades que pueden mejorar la productividad y la innovación. Sin embargo, también implica desafíos en términos de prevención de riesgos laborales.
De este modo, a medida que las organizaciones se esfuerzan por promover una cultura inclusiva, también deben considerar cómo estas diferencias individuales pueden afectar la seguridad y la salud de las personas trabajadoras.
Según indica el artículo 25 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, la empresa:
(…) garantizará de manera específica la protección de los trabajadores que, por sus propias características personales o estado biológico conocido, incluidos aquellos que tengan reconocida la situación de discapacidad física, psíquica o sensorial, sean especialmente sensibles a los riesgos derivados del trabajo. A tal fin, deberá tener en cuenta dichos aspectos en las evaluaciones de los riesgos y, en función de éstas, adoptará las medidas preventivas y de protección necesarias.
Además, las personas trabajadoras que estén incluidas dentro del apartado anterior, no deben ser empleadas en puestos de trabajo en los que corran peligro por sus características personales o por encontrarse en “estados o situaciones transitorias que no respondan a las exigencias psicofísicas de los respectivos puestos de trabajo”.
¿Qué es la prevención inclusiva?
La prevención inclusiva de riesgos laborales es un enfoque que busca garantizar la seguridad y salud de todas las personas en sus puestos de trabajo. Por eso debe tener en cuenta las diferencias individuales y promover la igualdad de oportunidades, considerando las necesidades y características individuales de todas las personas en las políticas y prácticas de seguridad laboral.
La prevención inclusiva reconoce que las personas tienen necesidades y capacidades diversas. Y precisamente por esto busca eliminar las barreras que pueden existir en el entorno de trabajo y adaptar los programas de seguridad. Es imprescindible asegurar que toda la plantilla esté protegida de manera adecuada.
En definitiva, este enfoque implica tomar medidas proactivas para garantizar la igualdad de acceso a la seguridad en el trabajo.
Características de la prevención inclusiva
Adaptación del entorno de trabajo
Se deben realizar ajustes razonables en el entorno físico y en los procedimientos de trabajo para garantizar que todas las personas puedan realizar sus tareas de manera segura. Esto implica, por ejemplo, la instalación de rampas, pasamanos o ascensores para facilitar la movilidad de personas con discapacidad física, o la incorporación de señalización táctil o auditiva para aquellos con discapacidad visual.
Formación y concientización
Los programas de formación y concientización deben ser diseñados de manera accesible y comprensible para todos/as. Esto implica utilizar diferentes formatos y estilos de presentación, como ilustraciones, gráficos y lenguaje claro, para asegurar que la información sea entendible. Además, se deben considerar las diferencias culturales y lingüísticas, proporcionando materiales en diferentes idiomas cuando sea necesario.
Participación y consulta de las personas trabajadoras
Es esencial involucrar a las personas en el proceso de identificación y mitigación de riesgos laborales. Toda la plantilla debe tener la oportunidad de expresar sus preocupaciones y contribuir activamente a la mejora de la seguridad en el trabajo. Esto implica fomentar una cultura de apertura y retroalimentación constructiva, para que todos/as puedan compartir sus experiencias y conocimientos.
Cultura de respeto y no discriminación
La prevención inclusiva también implica promover una cultura de respeto y no discriminación en el lugar de trabajo. Por tanto, se debe educar sobre la importancia de tratar a todas las personas con igualdad y dignidad. Las políticas y los procedimientos de denuncia deben ser claros y accesibles, y se deben tomar medidas para abordar cualquier incidente de discriminación o acoso.
Medidas de adaptación de los puestos de trabajo
Para poder realizar una prevención inclusiva, se debe tener en cuenta que hay diversos tipos de discapacidad. En este artículo hablamos sobre tres tipos de discapacidades en concreto:
- Físicas.
- Sensoriales (auditiva y visual).
- Psíquicas e intelectuales.
Ajuste de los puestos de trabajo
La adaptación de los puestos de trabajo para personas con algún tipo de discapacidad debe hacerse en dos momentos: antes de la incorporación y después de la incorporación al puesto.
- Así, antes de la incorporación de la persona a su puesto de trabajo se han de contemplar los requisitos específicos de esta persona y de su puesto. Solo así podrá valorarse la existencia de algún desajuste.
- Por otro lado, una vez que la persona se ha incorporado a su trabajo, se deben revisar tanto la situación de la persona trabajadora como la documentación sobre el lugar de trabajo (evaluación de riesgos). Entre otros aspectos, se deben considerar:
- Probabilidad de los riesgos existentes.
- Riesgos derivados de la discapacidad.
- Nuevas medidas de prevención.
- Necesidad de ayudas técnicas o productos de apoyo.
- Adaptación del entorno o el mobiliario.
- Cambios en el software de trabajo.
- Adaptación en el método de información y formación.
- Etc.
Accesibilidad universal
La accesibilidad universal se refiere al diseño de entornos, productos y servicios que pueden ser utilizados y comprendidos por todas las personas, independientemente de sus habilidades o discapacidades. El objetivo de la accesibilidad universal es garantizar la igualdad de oportunidades, la inclusión y la participación plena de todas las personas en la sociedad.
Así, cuando se aplica a la prevención de riesgos laborales, implica asegurarse de que los lugares de trabajo y los procedimientos laborales sean seguros y accesibles para todos/as. Esto incluye, por supuesto, a las personas trabajadoras con discapacidades físicas, sensoriales o cognitivas.
Algunas medidas generales de accesibilidad universal en la prevención de riesgos laborales pueden incluir:
- Acceso físico: lugares de trabajo accesibles para personas con discapacidades físicas, como rampas para sillas de ruedas, pasillos amplios y ascensores.
- Comunicación accesible: información y comunicación en formatos accesibles para personas con discapacidades sensoriales o cognitivas, como materiales impresos en braille, subtítulos en videos o información verbal clara.
- Ayudas técnicas y tecnologías asistivas para que las personas con discapacidades puedan realizar sus tareas de manera segura. Esto puede incluir teclados ergonómicos, dispositivos de asistencia auditiva, software de reconocimiento de voz, entre otros.
- Adaptación de tareas para acomodar las necesidades individuales de los/as empleados/as con discapacidades. Por ejemplo, modificar la forma en que se realiza una tarea para que sea más accesible o proporcionar capacitación adicional cuando sea necesario.
Algunos ejemplos de accesibilidad universal
- Evitar diferencias de nivel entre el pavimento interior y exterior.
- Botonera en braille en el ascensor y sistema de información verbal de cada planta.
- Puerta de cristal en el ascensor que facilite la visibilidad de personas u objetos.
- Franja señalizadora al inicio y al final de las escaleras.
- Ventanas correderas, de guillotina o abatibles hacia el exterior para evitar golpes.
- Deben evitarse señalizaciones colgantes para evitar posibles golpes.
- Para facilitar la localización de las señales, usar contraste cromático con el fondo.
- La señalización debe ser acústica y también visual o luminosa.
- Avisadores vibratorios, sobre todo si el trabajo se realiza al aire libre.
- El mobiliario se debe colocar alineado en lateral para evitar encontrar obstáculos en los trayectos y, en cualquier caso, ha de estar fuera del itinerario peatonal.
- Deben evitarse cambios frecuentes en la ubicación del mobiliario o la señalización.
- En la medida de lo posible, no usar elementos móviles, muy bajos o difícilmente detectables.
- Dispositivos que permitan la regulación de la intensidad de iluminación.
- Garantizar una buena iluminación en los lugares de trabajo, evitando cualquier reflejo o deslumbramiento indirecto.
- No realizar cambios bruscos en la iluminación.
Conclusión
La prevención inclusiva es fundamental para garantizar un entorno laboral seguro, saludable y equitativo para todas las personas trabajadoras. Al considerar las necesidades individuales de cada persona y promover la igualdad de oportunidades, se pueden lograr mejores resultados en términos de seguridad, bienestar, productividad y satisfacción laboral.
Como vemos, la prevención inclusiva no solo es una responsabilidad legal y ética, sino también una oportunidad para promover una cultura de seguridad sólida y construir organizaciones más fuertes y resilientes.
Por eso en Digital Preventor damos tanta importancia a buena capacitación de las personas trabajadoras. Con nuestros cursos, podrás asegurarte de que tu plantilla aprenda a desarrollar una cultura preventiva y de respeto a la inclusión, a la vez que aprenden cómo prevenir los riesgos laborales de sus puestos de trabajo.
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