El estrés térmico se produce cuando la temperatura y la humedad superan los límites óptimos para el funcionamiento normal del cuerpo humano. Aunque afecta sobre todo a las personas que trabajan al aire libre, esto no siempre es así.
En este artículo, revisamos qué es el estrés térmico y cómo se manifiesta, así como los lugares donde existe peligro de su ocurrencia y las medidas de prevención necesarias para evitarlo.
¿Qué es el estrés térmico?
Se refiere a la carga de calor a la que está expuesto el cuerpo humano y su capacidad para regular su temperatura interna. Ocurre cuando hay un desequilibrio entre la producción y la disipación de calor, ya sea porque la temperatura del entorno de trabajo es demasiado alta o baja, o porque la capacidad del cuerpo para regular su temperatura se ve comprometida.
¿Cómo se manifiesta?
Cuando una persona está expuesta a condiciones extremas de temperatura, el cuerpo trata de regular su temperatura interna mediante la transpiración y la vasodilatación. Sin embargo, si estas medidas no son suficientes para enfriar el cuerpo, pueden aparecer síntomas como los siguientes:
- Fatiga
- Debilidad
- Mareos
- Dolores de cabeza
- Calambres musculares
- Náuseas
- Desmayos
Además, el estrés térmico también puede agravar afecciones preexistentes, como enfermedades cardiovasculares o respiratorias.
Tipos de estrés térmico
El estrés térmico puede manifestarse de dos formas principales: el estrés térmico por calor y el estrés térmico por frío.
Estrés térmico por calor
Se produce cuando el cuerpo está expuesto a altas temperaturas y la capacidad de disipar el calor es limitada. Esto puede ocurrir en entornos de trabajo donde hay una alta temperatura ambiente, exposición a fuentes de calor radiante, falta de ventilación adecuada o alta humedad. En este caso, puede dar lugar a una serie de problemas de salud, desde calambres por calor y agotamiento por calor hasta el potencialmente mortal golpe de calor.
Estrés térmico por frío
Se produce cuando el cuerpo está expuesto a bajas temperaturas y pierde calor más rápido de lo que puede generarlo. Las condiciones frías pueden incluir ambientes de trabajo con temperaturas bajas, exposición a corrientes de aire frío o contacto con superficies frías sin la protección adecuada. De este modo, puede provocar hipotermia, congelación y otros problemas relacionados con la exposición prolongada al frío.
Impacto en las personas trabajadoras
El impacto del estrés térmico en las personas trabajadoras puede ser significativo. Además de los síntomas físicos mencionados anteriormente, puede afectar negativamente el rendimiento cognitivo y la concentración, lo que aumenta el riesgo de errores y accidentes laborales. Además, la exposición prolongada puede tener consecuencias a largo plazo, como el agotamiento por calor o incluso el golpe de calor, una condición potencialmente mortal.
Según el informe de la OIT (2019), este afecta, sobre todo, a las personas que trabajan al aire libre (por ejemplo agricultura y construcción), pero establecía que en general se trataba de:
un problema muy grave para una gran proporción de los 1000 millones de trabajadores agrícolas y 66 millones de trabajadores del sector textil (muchos de los cuales tienen que trabajar en fábricas y talleres sin aire acondicionado), así como para quienes trabajan, entre otras cosas, en la recolección de residuos, en trabajos de reparación de urgencia, en el transporte, el turismo y el deporte.
Así, en cualquier lugar en el que las temperaturas se acerquen o superen los 39 °C puede darse una situación letal. Incluso aunque no haya víctimas mortales, pueden anular la capacidad de muchas personas para trabajar o reducir su capacidad para desempeñar un trabajo.
Además, algunos grupos de personas son más vulnerables porque sufren los efectos del estrés térmico con temperaturas más bajas. En particular, las personas de edad avanzada tienen menor resistencia fisiológica a temperaturas muy altas, pero representan una proporción cada vez mayor de personas trabajadoras, lo cual es una consecuencia natural del envejecimiento de la población.
Entornos laborales más afectados
El estrés térmico puede afectar a personas trabajadoras en una variedad de entornos laborales. Algunos de los lugares de trabajo donde el estrés térmico puede ser más común incluyen:
- Industria manufacturera y fábricas: a menudo implican altas temperaturas debido a la maquinaria en funcionamiento, los procesos de fabricación y la falta de ventilación adecuada.
- Construcción y obras al aire libre: exposición a condiciones climáticas extremas, como altas temperaturas durante el verano o temperaturas frías durante el invierno.
- Agricultura y silvicultura: el personal agrícola y forestal a menudo trabaja al aire libre, exponiéndose a altas temperaturas y alta humedad durante largas jornadas laborales.
- Almacenes y logística: en los almacenes y centros de distribución, las altas temperaturas pueden generarse debido a la maquinaria, el embalaje y el transporte de mercancías, así como a la falta de ventilación adecuada.
- Servicios de emergencia y cuerpos de seguridad: bomberos/as, policías y otros profesionales de servicios de emergencia a menudo se enfrentan a condiciones extremas de calor en sus tareas diarias.
- Cocinas, panaderías y restaurantes: altas temperaturas debido al calor generado por los equipos de cocina y los espacios reducidos.
- Industria minera: entornos subterráneos donde las temperaturas pueden ser muy altas debido a la falta de ventilación y la presencia de maquinaria pesada.
Medidas generales de prevención de riesgos por estrés térmico
Para prevenir y mitigar el impacto del estrés térmico es esencial implementar medidas de control adecuadas. La identificación temprana de los signos y síntomas del estrés térmico, junto con la adopción de medidas preventivas y el fomento de una cultura de seguridad y cuidado, son fundamentales para proteger la salud y el bienestar en entornos laborales expuestos a condiciones térmicas extremas.
Algunas estrategias clave que pueden ayudar a prevenir el estrés térmico
Monitoreo de las condiciones ambientales
Realizar mediciones periódicas de la temperatura y la humedad en el lugar de trabajo para identificar situaciones de estrés térmico. De esta manera, se pueden tomar medidas correctivas antes de que los niveles lleguen a ser peligrosos.
Ventilación y enfriamiento adecuados
Proporcionar una ventilación adecuada en el lugar de trabajo para mantener una temperatura confortable. Además, se deben utilizar sistemas de enfriamiento, como aires acondicionados o ventiladores, especialmente en áreas donde la temperatura puede elevarse significativamente.
Programación y rotación de tareas
Organizar las actividades de manera que las tareas más exigentes físicamente se realicen durante las horas más frescas del día. Además, se pueden implementar pausas regulares para permitir a las personas trabajadoras recuperarse y rehidratarse.
Hidratación adecuada
Es crucial promover la hidratación, especialmente en entornos calurosos. Se deben proporcionar bebidas frescas y agua potable fácilmente accesible, así como fomentar el consumo regular de líquidos durante la jornada laboral.
Equipamiento y ropa adecuados
Proporcionar a las personas trabajadoras ropa de trabajo adecuada para el clima y equipos de protección individual (EPI) que permitan la transpiración y regulación de la temperatura corporal.
Educación y concienciación
Capacitar a las personas trabajadoras sobre los riesgos asociados con el estrés térmico, los signos y síntomas de la enfermedad relacionada con el calor, así como las medidas preventivas y las acciones que se deben tomar en caso de emergencia.
Evaluación y mejora continua
Realizar evaluaciones periódicas de riesgos laborales que incluyan la identificación y mitigación del estrés térmico, así como recopilar información y retroalimentación de las personas trabajadoras.
Conclusión
El estrés térmico es un desafío significativo para la salud y el bienestar de las personas trabajadoras. La exposición prolongada a condiciones extremas de temperatura puede tener efectos negativos tanto físicos como cognitivos
Sin embargo, con medidas preventivas adecuadas, es posible minimizar el riesgo de estrés térmico en el entorno laboral y garantizar un lugar de trabajo seguro y saludable. Monitorear las condiciones ambientales, proporcionar ventilación adecuada, promover la hidratación, proporcionar el equipo y la ropa adecuados, y educar a las personas trabajadoras son acciones clave para prevenir el estrés térmico.
Por eso, en Digital Preventor apostamos por una educación de calidad para prevenir los riesgos laborales. Mira nuestro catálogo de cursos online e infórmate con nosotros. La prevención del estrés térmico no solo beneficia a las personas trabajadoras, sino que también aumenta la productividad y el bienestar general en el lugar de trabajo. Apuesta tú también por la educación para prevenir los riesgos.