El cáncer de mama, una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, es un diagnóstico que nadie está preparado para recibir. A pesar de los avances en investigación y el creciente índice de curación, este diagnóstico sigue siendo una experiencia abrumadora y desconcertante. Más aún, si tenemos en cuenta el hecho de que en el 50% de los casos, no se reconocen factores de riesgo claros, lo que significa que el azar juega un papel significativo en el desarrollo de la enfermedad. En este artículo, hablamos sobre el impacto emocional de las personas que la enfrentan y damos algunas claves para convivir con el cáncer de mama en el trabajo.
Impacto del diagnóstico del cáncer de mama
Recibir un diagnóstico de cáncer de mama es un momento que cambia la vida de una persona. Las emociones abarcan desde el miedo y la incertidumbre hasta la tristeza y la rabia. La paciente se enfrenta a la perspectiva de un tratamiento agresivo y, en muchos casos, a cirugías invasivas que pueden tener un impacto duradero en su imagen corporal. Además, la preocupación por el pronóstico y el temor a la recurrencia pueden afectar profundamente la salud mental y emocional de la persona.
El apoyo emocional de la familia, amigos y profesionales de la salud es vital en esta etapa para comprender la enfermedad, gestionar su impacto y convivir con el tratamiento.
El cáncer de mama y las emociones
Los sentimientos y las emociones de las personas que padecen cáncer de mama y de sus seres queridos van a sufrir constantes variaciones en el curso de la enfermedad: desde el impacto causado por el diagnóstico, pasando por el todo el proceso de tratamiento, hasta su finalización e incluso después, cuando ya la enfermedad esté superada.
Muchas de estas emociones son comunes, pero debemos recordar que varían de una persona a otra. No deben ser objeto de comparaciones. Desde el agobio que produce el sentimiento de pérdida de control debido a la incertidumbre sobre la supervivencia, hasta el miedo y la preocupación. También es habitual experimentar cambios emocionales bruscos, como pasar de la esperanza y la gratitud, que puede surgir en algunas etapas de la enfermedad, a sentir de nuevo tristeza, estrés o, incluso, culpa.
Consejos para gestionar las emociones
Recopilamos aquí algunas recomendaciones que pueden ayudar a lidiar con y gestionar algunas emociones que surgen en el curso de la enfermedad:
Estar informada
Estar informada, aprender más sobre el cáncer de mama. Hablar abiertamente con el médico y participar activamente en el tratamiento pueden ayudar a reducir temores e inseguridades con respecto a los efectos de la enfermedad.
No reprimir las emociones
No reprimir los sentimientos ni el deseo de buscar apoyo en amigos, familiares y profesionales. Dejarse cuidar y apoyar por los seres queridos y en general, por el entorno familiar, social y laboral, es de gran ayuda en la convivencia con el cáncer de mama.
La comunicación abierta y compasiva, la escucha activa y la presencia constante son esenciales para quienes acompañan y/o cuidan a las pacientes a sobrellevar sus emociones y enfrentar los desafíos que puedan ir surgiendo en el proceso.
Ayuda psicológica y grupos de apoyo
La ayuda psicológica especializada puede ser de gran ayuda en la resolución de problemas que irán surgiendo en el proceso de la enfermedad y para abordar los pensamientos y sentimientos que vayan aflorando.
Buscar grupos de apoyo puede evitar sentimientos de soledad y aislamiento. Tener la oportunidad de compartir sentimientos y experiencias con otras personas que están en la misma situación facilita el proceso de adaptación a la nueva situación,
Actitud optimista
Tener una actitud optimista puede ayudar a sobrellevar la enfermedad y promover la recuperación. Tener presente que la medicina ha avanzado mucho y sigue haciéndolo y que las probabilidades de curación actualmente son altas. Algunas personas encuentran que el cáncer los lleva a valorar más la vida y disfrutar las cosas simples.
Mantener rutinas
Mantenerse ocupada. Ser conscientes de que la vida de la persona afectada es mucho más que la enfermedad. Buscar fórmulas y estímulos que ayuden a que los pensamientos no estén constantemente ocupados en la enfermedad. Mantener las rutinas diarias, como por ejemplo el trabajo, en la medida de lo posible. Es bueno también buscar nuevas actividades que motiven y aporten felicidad.
Claves para convivir con el cáncer de mama en el trabajo
Como venimos diciendo, el papel de los familiares, amigos y profesionales de la salud es invaluable en la vida de las personas diagnosticadas con cáncer de mama. No obstante, el entorno laboral es un lugar donde el apoyo y la comprensión son igualmente importantes. Las personas diagnosticadas con cáncer de mama a menudo enfrentan dilemas relacionados con su empleo, como la necesidad de coger bajas médicas, adaptar su horario o incluso cambiar de puesto de trabajo debido a los efectos secundarios del tratamiento.
El primer paso en este sentido es la comunicación abierta. Las personas diagnosticadas deben sentirse libres de hablar con sus responsables sobre su situación y necesidades. Asimismo, aquellos deben estar dispuestos a escuchar y apoyar. Ser flexibles y empáticos para que las personas que padecen la enfermedad se sientan respaldadas y no teman compartir su diagnóstico.
¿Cómo podemos las empresas cultivar un entorno inclusivo y empático?
Para cultivar un ambiente laboral que fomente la flexibilidad y la empatía, y que esté libre de estigmas y discriminación, debemos promover la concienciación dentro de la empresa. Esto implica facilitar formación a todos los miembros de la empresa para que aprendan sobre el cáncer de mama, los desafíos que enfrentan las personas diagnosticadas y de qué manera pueden respaldar y brindar apoyo a las compañeras afectadas.
Paralelamente, las empresas podemos implementar políticas inclusivas que permitan a las personas que padecen cáncer de mama a estar preparadas para afrontar la enfermedad sin temor a represalias, sabiendo que cuentan con una red de apoyo en la empresa y que pueden recibir tratamiento y tomar descanso cuando lo necesiten.
Concienciar y brindar formación, así como implementar políticas inclusivas para crear un entorno laboral que ofrezca facilite la vida a las personas diagnosticadas con cáncer de mama es posible. Desde Digital Preventor te ofrecemos el apoyo que necesitas para llevar a tu empresa por este camino en el que la comprensión y la empatía son activos valiosos de los que no puede prescindir una empresa excelente y competitiva en el mundo de hoy.
Colabora con nosotros en la lucha contra el cáncer de mama
Hemos diseñado una formación pensando precisamente en ayudaros a facilitar la convivencia con el cáncer en el lugar de trabajo. Además, al contratar esta formación, tu empresa estará colaborando directamente en la lucha contra el cáncer de mama, ya que todo lo que recaudemos con este curso, ahora y siempre, lo donaremos íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer.
Para sumarte a esta iniciativa, puedes adquirir directamente nuestro curso «Convivir con el cáncer en la oficina». No dudes en contactar con nosotros si necesitas información. Seguro que podemos orientarte.
¡Comparte y difunde esta publicación con tus compañeros y conocidos para darles también la oportunidad de sumarse a la causa! Recuerda que cuántas más empresas se unan, más recaudaremos para investigar el cáncer y sus tratamientos.
Fuentes consultadas: www.conviveconelcanceer.com, Asociación Española Contra el Cáncer, Instituto Nacional del Cáncer.