Debe conservarse en frío, estar dentro de su fecha de consumo preferente, y contener una cantidad adecuada de microorganismos vivos viables hasta su llegada al intestino. La cadena de frío y el correcto etiquetado son claves para asegurar su eficacia en entornos profesionales.
ETT
UN CURSO DE FORMACIÓN PRL PARA CADA PUESTO DE TRABAJOQué ofrecemos ¿Necesitas formar a muchos trabajadores diversos cada mes? Bienvenido a la forma...