Debe conservarse en frío, estar dentro de su fecha de consumo preferente, y contener una cantidad adecuada de microorganismos vivos viables hasta su llegada al intestino. La cadena de frío y el correcto etiquetado son claves para asegurar su eficacia en entornos profesionales.
¿Qué es un riesgo residual?
Es el nivel de riesgo que aún queda tras aplicar todas las medidas de prevención razonables. Debe ser gestionado y comunicado.