Seguro que has escuchado hablar más de una vez de la higiene postural. Una gran parte de la población mantiene una postura incorrecta a lo largo del día y esto no supone, a priori, ningún problema. Sin embargo, a la larga puede causarnos dolores y trastornos musculoesqueléticos.
En consecuencia, nuestra musculatura se verá resentida y sufriremos dolor, cansancio y fatiga. Para evitarlo debemos tener en cuenta la importancia de una reeducación postural para eliminar los malos hábitos.
¿Qué es la ergonomía?
La ergonomía, también conocida como higiene postural en algunos aspectos, es una disciplina que estudia el diseño de los lugares y puestos de trabajo, así como la maquinaria y las tareas relacionadas con cada puesto. Este análisis se basa en el supuesto de que debe existir un diseño que facilite el trabajo a las personas, y para ello debe ajustarse a las características fisiológicas, anatómicas y psicológicas de los/as trabajadores/as.
Además, la ergonomía debe tener en cuenta que el puesto de trabajo y sus condiciones no superen las capacidades de las personas trabajadoras.
Tal como define el INNST, es «una disciplina que tiene en consideración factores físicos, cognitivos, sociales, organizacionales y ambientales, pero, con un enfoque “holístico”, en el que cada uno de estos factores no son analizados aisladamente, sino en su interacción con los demás».
En los puestos de trabajo, se aplica, entre otras formas, de la siguiente manera:
- Adaptando el entorno a las necesidades de las personas trabajadoras.
- Enseñando cuáles son las posturas y movimientos óptimos para realizar sus tareas sin que sufran su musculatura o su estructura corporal.
¿Para qué sirve estudiar la higiene postural y la ergonomía?
La ergonomía es un área multidisciplinaria. Estudia todos los aspectos que pueden afectar a las personas según el diseño del entorno, los productos y los procesos de producción en el lugar de trabajo. Gracias a esta disciplina, se pueden adaptar muchos elementos como los muebles de oficina, los espacios de trabajo, la iluminación o las máquinas y herramientas, entre otros.
De este modo, se garantiza una mejora en la eficiencia de trabajo y una mayor cobertura en seguridad y bienestar para las personas trabajadoras.
Por otra parte, aprender a hacer las actividades diarias de forma segura y con menos esfuerzo podrá prevenir problemas físicos y la carga mental que conllevan muchas labores. De manera muy frecuente se producen sobrecarga muscular o lesiones musculoesqueléticas debido al mantenimiento de posturas estáticas o a la realización de movimientos repetitivos o con malas posturas. Tomar conciencia de nuestra postura y movimientos nos ayudará a corregirlos y evitar dolores o lesiones crónicas. Por eso es tan importante aprender a mantener una higiene postural adecuada.
Factores que influyen en la ergonomía laboral
Según el INNST, dentro de la ergonomía de trabajo se han de estudiar diversas submaterias:
- Factores ambientales: ambiente térmico, iluminación, ruido o vibraciones, calidad del ambiente interior.
- Diseño del puesto de trabajo: espacios, condiciones ambientales, componentes requeridos para realizar la tarea, características de la tarea, organización del trabajo y personas involucradas.
- Carga de trabajo: exigencias de carácter físico o mental.
- Trabajo con ordenadores: los riesgos del trabajo con pantallas de visualización de datos van desde trastornos musculoesqueléticos hasta fatiga visual o mental.
- Trastornos musculoesqueléticos.
Higiene postural en el trabajo
Actualmente, existen muchos elementos que permiten mantener una buena postura corporal en los puestos de trabajo, durante el uso de herramientas y maquinaria, durante la realización de tareas… Por este lado, la empresa debe tener en cuenta el mobiliario, el entorno o los aspectos como el espacio disponible, la iluminación, la temperatura ambiental o la calidad del aire.
No obstante, también es importante la reeducación postural de la persona trabajadora. En este sentido, será necesaria una formación adecuada con respecto a su postura corporal estática y en movimiento, así como las ventajas de realizar estiramientos y ejercicios suaves de forma frecuente.
La aplicación práctica de la higiene postural en el trabajo ayudará a evitar enfermedades derivadas de las tareas laborales. Así, por ejemplo, disminuimos la posibilidad de sufrir lumbago, contracturas musculares, hernias, fatiga muscular, cansancio o dolores generalizados, por ejemplo.
Claves para mantener una buena higiene postural
Higiene postural general:
- Procura mantener la espalda erguida y los hombros rectos, sin dejarte caer hacia delante.
- Evita forzar la columna con giros poco fisiológicos. Es preferible que gires tus pies y que tu cuerpo los acompañe.
- Si permaneces mucho tiempo en una misma postura de forma estática, recuerda moverte, estirar los músculos o levantarte de vez en cuando.
- Al sentarte hazlo con control. No te dejes caer desplomado/a sobre la silla.
- Cuando estés sentado/a, apoya la espalda sobre el respaldo y mantenla erguida.
Higiene postural de pie:
- Utiliza calzado profesional: transpirable, que te permita caminar de forma cómoda y, en caso necesario, sea antideslizante.
- Si trabajas mucho tiempo de pie, no utilices zapatos de tacón alto. Un tacón de 1.5 cm a 3 cm es suficiente.
- Sitúa el material de trabajo a una altura cercana, para evitar movimientos innecesarios (estirarte, girar, agacharte…).
- Usa un reposapiés: para evitar la lordosis que puede darse tras mucho tiempo de pie, podemos usar un reposapiés para ir alternando el peso del cuerpo al apoyar un pie distinto cada vez.
- Camina con la espalda y la cabeza erguida, evitando encorvar los hombros.
Manipulación de cargas:
- Antes de desplazar una carga, asegúrate de que el camino está despejado para evitar tropiezos.
- Si levantas una carga desde el suelo, agáchate flexionando las rodillas con la espalda recta y coge el peso con los dos brazos.
- Para caminar con la carga, déjala cerca de tu tronco y con los brazos a tracción libre, sin flexionarlos para evitar un sobreesfuerzo en los bíceps.
- Al cambiar un objeto de posición, gira los pies y deja que tu cuerpo vaya con ellos. No gires solo el tronco.
- No levantes cargas por encima de tus hombros.
- Evita caminar con una carga tan grande o elevada que te tape la visión.
- Cuando sea posible, utiliza elementos auxiliares que te permitan desplazar la carga sin esfuerzo. De este modo, puedes empujarla con una carretilla o con un carro, por ejemplo.
Higiene postural en la oficina:
En la oficina, las dimensiones del puesto de trabajo deben adaptarse a las de la persona trabajadora. Asimismo, cobran importancia la posición de los elementos en nuestra mesa, el tiempo frente a la pantalla del ordenador o la postura que adoptemos en la silla. Debes tener en cuenta las medidas de prevención de riesgos en el trabajo con pantallas de visualización de datos.
En Digital Preventor sabemos lo importante que es garantizar la salud y la seguridad de las personas en su lugar de trabajo. Por eso te ofrecemos cursos de formación generales y a medida para que tus empleados/as aprendan cómo mantener una buena higiene postural a lo largo de su jornada.
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