Con frecuencia subestimamos la vulnerabilidad de nuestras manos y pasamos por alto la diversidad de peligros a los que las exponemos en el entorno laboral. Sin embargo, es difícil concebir tareas en las que no utilicemos nuestras manos de alguna manera. Esta alta exposición las convierte en propensas a sufrir accidentes, y la realidad es que nuestra dependencia de ellas debería motivarnos a protegerlas con mayor atención. Una lesión en las manos, independientemente de su gravedad, puede tener un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de la persona afectada. En este artículo, examinaremos algunos de los accidentes laborales más graves que afectan a las manos y destacamos la importancia de una cultura de seguridad en el trabajo que involucre a todos los actores, desde los empleados hasta la alta dirección.
Es esencial reconocer que la causa de estos accidentes va más allá de la imprudencia individual del trabajador. Factores como el estado de la maquinaria, la falta de evaluaciones de riesgos realistas, la insuficiente formación en prevención de riesgos laborales y la falta de conciencia sobre los peligros son responsabilidades que recaen tanto en los responsables como en las empresas. Es indiscutible que la salud y la seguridad de los trabajadores deben ser una prioridad
Impacto de los accidentes laborales en manos y dedos
Cada año, en España, un número alarmante de accidentes laborales resultan en lesiones que afectan a las manos y dedos, lo que supone más del 19% del total de accidentes laborales con baja reportados. Estas cifras crudas y contundentes revelan una realidad preocupante: 119.549 trabajadores sufren las consecuencias de accidentes que podrían haberse evitado. Más allá de las estadísticas, estas lesiones impactan de manera profunda en la vida de los trabajadores, alterando su capacidad para realizar tareas cotidianas y, en muchos casos, afectando negativamente su calidad de vida y su sustento económico. Detrás de cada número hay una historia de dolor y sufrimiento, así como un recordatorio del imperativo de adoptar medidas preventivas efectivas en los lugares de trabajo
¿Por qué son tan frecuentes los accidentes en las manos?
Las principales causas incluyen la falta de formación adecuada en prevención de riesgos laborales, el uso inadecuado de herramientas y equipos, la falta de mantenimiento preventivo de maquinaria y la falta de atención o distracción durante las tareas laborales. Además, la presión por cumplir con plazos de producción, la fatiga y el estrés también pueden contribuir a la probabilidad de accidentes. La exposición a ambientes de trabajo poco seguros, como la presencia de productos químicos corrosivos, superficies resbaladizas o desordenadas, y la falta de señalización adecuada, también puede aumentar el riesgo de lesiones en las manos. Es responsabilidad ética y legal de la empresa garantizar un entorno de trabajo seguro y proporcionar capacitación específica y regular a los trabajadores para prevenir estos accidentes.
Accidentes de manos y sus graves consecuencias
Si bien es cierto que hay entornos de trabajo en los que existen más probabilidades y más riesgos de que las manos sufran lesiones graves, no siempre tiene porque darse esa circunstancia. Hay entornos de trabajo y tareas aparentemente inofensivas que también pueden ocasionar daños complicados en las manos y en los dedos. Por eso, es tan importante no subestimar los riesgos y no reparar a la hora de poner en marcha medidas de seguridad y de protección.
Amputaciones y seccionamientos
Entre los accidentes laborales más graves que afectan a las manos y dedos está la amputación. Este tipo de lesiones conlleva consecuencias devastadoras, tanto físicas como emocionales.
Un incidente aparentemente trivial, como el descuido momentáneo al manipular una herramienta o máquina, puede resultar en la pérdida permanente de una extremidad o parte de ella. Un ejemplo impactante es el caso de un joven de 23 años que perdió parte de sus dedos mientras utilizaba una trituradora en el restaurante en el que trabajaba. Este incidente ilustra a la perfección que el riesgo de amputación, lejos de lo que se suele pensar, no solo está en sectores como la industria o la construcción y la importancia de conocer los riesgos específicos de cada puesto de trabajo.
Solo en el último año en España, se registraron 631 amputaciones o seccionamientos de mano o dedo durante la jornada laboral, según el último informe del Ministerio de Trabajo sobre accidentes laborales con baja. Estas cifras alarmantes subrayan la necesidad de mejorar la seguridad en el lugar de trabajo y proporcionar una formación adecuada para prevenir tales accidentes.
Cortes y laceraciones
Los cortes y laceraciones son lesiones comunes en entornos laborales donde se manejan herramientas afiladas o se trabaja con materiales peligrosos. Estas lesiones ocurren cuando la piel y los tejidos subyacentes se cortan debido al contacto con objetos afilados o bordes ásperos. Los cortes pueden variar en gravedad, desde pequeñas heridas superficiales hasta cortes profundos que afectan músculos, tendones y nervios.
Una situación típica que resulta en cortes laborales es el uso de herramientas manuales afiladas, como cuchillos, sierras, o incluso maquinaria industrial. Por ejemplo, un trabajador en una fábrica de procesamiento de alimentos podría sufrir un corte profundo en la mano mientras corta ingredientes con un cuchillo afilado. En otro escenario, una empleada en una planta de fabricación podría cortarse la mano con una sierra eléctrica mientras corta materiales para la producción.
Los cortes y laceraciones pueden tener graves consecuencias, incluyendo la pérdida de sangre, daño en los tejidos blandos y estructuras subyacentes, infecciones, cicatrices permanentes e incluso la pérdida de funcionalidad en la mano afectada.
Quemaduras
Las quemaduras representan otro riesgo grave para las manos y dedos. Pueden ser térmicas, causadas por llamas, objetos calientes o vapor; o químicas, provocadas por el contacto con sustancias corrosivas. Ambos tipos de quemaduras pueden causar daños severos en la funcionalidad de las manos y requerir tratamientos prolongados y dolorosos. La rehabilitación y recuperación de una quemadura grave pueden requerir meses o incluso años de tratamiento médico y terapia.
Fracturas
Las fracturas de huesos en las manos son lesiones comunes en el trabajo, ya sea debido a golpes directos, caídas, aplastamientos o sobreesfuerzos durante la manipulación de peso. Estas lesiones pueden variar en gravedad, desde fracturas simples que afectan un solo hueso hasta fracturas abiertas, donde el hueso roto queda expuesto a través de la piel. En entornos industriales, las fracturas pueden ocurrir al manipular equipos pesados, al caer objetos sobre las manos, o al sufrir impactos durante actividades como la construcción o la manipulación de carga.
Por ejemplo, una persona que trabaja como camarera de piso en un hotel puede sufrir una fractura en la mano al caerse de una escalera mientras manipula una carga pesada. En otro escenario, una persona que opere con maquinaria en una fábrica puede sufrir una fractura en los dedos al atraparse la mano en una pieza móvil de la máquina.
La recuperación de una fractura puede llevar tiempo y puede requerir intervención quirúrgica, especialmente en el caso de fracturas abiertas o fracturas con desplazamiento.
Atrapamientos y aplastamientos
Los trabajadores corren el riesgo de sufrir atrapamientos o aplastamientos al manipular cargas o trabajar con maquinaria en movimiento. Estos accidentes pueden ocurrir en una variedad de entornos laborales, desde la construcción hasta la fabricación y la agricultura.
Un ejemplo común de atrapamiento o aplastamiento ocurre en la industria manufacturera, donde los trabajadores pueden quedar atrapados entre piezas móviles de maquinaria o entre objetos pesados. Por ejemplo, un operario de una prensa industrial puede sufrir aplastamiento de manos al quedar atrapado entre la prensa y la pieza de trabajo durante la operación.
Las cifras de atrapamientos en España son preocupantes, con 20.361 casos registrados durante la jornada laboral el año pasado, si bien no existe un registro exacto de los que afectan concretamente a manos y dedos.
Las consecuencias de los atrapamientos y aplastamientos pueden ser graves, incluyendo lesiones que van desde contusiones y hematomas hasta fracturas, amputaciones e incluso la muerte.
Daños por radiaciones
La exposición a radiaciones ionizantes, como las emitidas por equipos médicos o de laboratorio, puede causar daños en los tejidos de las manos. Estos daños pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer u otras enfermedades relacionadas con la radiación.
Lesiones por exposición a vibraciones
En entornos de trabajo con herramientas o maquinaria que producen vibraciones y de alta frecuencia, la exposición prolongada puede ocasionar una variedad de daños en los tejidos de las manos y los brazos, así como en los vasos sanguíneos, nervios y tejidos blandos de las manos y brazos. Los síntomas pueden ir desde dolor agudo hasta complicadas lesiones en huesos y articulaciones, pasando por hormigueo y entumecimiento, que afectan en la capacidad de trabajar y en la calidad de vida.
Prevención y protección de las manos en el trabajo
Los preocupantes datos sobre siniestralidad laboral en España nos muestran que queda mucho por avanzar en cultura preventiva y que la prevención efectiva de accidentes requiere de un esfuerzo organizado y constante por parte de todos los involucrados. La conciencia sobre estos riesgos y la implementación de medidas preventivas adecuadas pueden salvar vidas y evitar lesiones graves que podrían afectar la capacidad de una persona para trabajar y llevar una vida plena.
La prevención de estos accidentes requiere una combinación de medidas, que incluyen la formación en PRL, el uso de Equipo de Protección Individual (EPI), el mantenimiento preventivo de los equipos y la maquinaria, así como la adaptación de los puestos de trabajo y la supervisión constante del lugar de trabajo.
Formación en Prevención de Riesgos Laborales (PRL)
La falta de formación específica sobre riesgos, controles y manejo adecuado de la maquinaria puede ser crucial en un accidente. Es por ello que la formación en PRL debe abordar una variedad de temas, desde el uso adecuado de equipos de protección personal hasta la identificación de peligros específicos en el lugar de trabajo.
Es importante adaptar la formación en PRL a las necesidades específicas de cada sector y empresa, siendo relevante y práctica para que los trabajadores puedan aplicar los conocimientos adquiridos en su día a día. Los riesgos en el lugar de trabajo pueden evolucionar con el tiempo, por lo que la formación en PRL debe ser un proceso continuo.
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