El verano de 2023 fue el tercero con mayor mortalidad atribuible al calor excesivo en España, con 3.009 fallecimientos atribuibles al calor. Esta alarmante realidad pone de relieve la necesidad de tomar medidas urgentes para proteger a los trabajadores de los riesgos asociados al trabajo en ambientes calurosos. El golpe de calor, la consecuencia más grave de la exposición al calor, puede ser letal si no se trata a tiempo.
Pero lo peor se puede evitar si estamos informados, conocemos los riesgos y actuamos con rapidez. En este artículo, te proporcionaremos las herramientas necesarias para prevenir el golpe de calor en el trabajo y actuar de manera efectiva en caso de emergencia. Aprenderás qué es el golpe de calor y por qué se produce; cuáles son sus síntomas y cómo actuar con eficacia en caso de emergencia; y qué medidas preventivas deben tomar las empresas y los trabajadores.
¿Qué es un golpe de calor?
El golpe de calor es una situación médica de emergencia que se produce cuando el cuerpo no puede regular su temperatura interna, lo que provoca un aumento descontrolado que supera los 40°C. A diferencia de otros casos de aumento de la temperatura corporal, como la fiebre, en el golpe de calor los mecanismos termorreguladores del cuerpo fallan, impidiéndole eliminar el calor y enfriarse de forma natural.
Imagina tu cuerpo como un termostato que se ha estropeado. En lugar de mantener una temperatura estable, el calor se acumula en su interior, como una olla hirviendo sin control. Esta situación puede ocasionar daños graves al cerebro, órganos vitales y otros sistemas del cuerpo, con consecuencias irreversibles e incluso la muerte.
¿Por qué se produce el golpe de calor?
El golpe de calor se produce por la exposición prolongada a temperaturas extremas, ya sea en ambientes exteriores o interiores, o por la realización de actividades físicas intensas en ambientes calurosos. Cuando el cuerpo no puede eliminar el calor generado por estas condiciones, la temperatura interna comienza a aumentar de forma descontrolada.
Cualquier persona que trabaje en un ambiente caluroso está en riesgo
La idea de que el golpe de calor solo afecta a ciertos grupos de personas o que solo ocurre en determinadas condiciones es un mito peligroso. Si bien es cierto que hay personas más vulnerables al calor (como los niños, las personas mayores, las personas con enfermedades crónicas y los trabajadores que realizan actividades físicas intensas en exteriores, como por ejemplo, profesionales de jardinería, limpieza, construcción, servicios de emergencias o transportes), nadie está libre de sufrir un golpe de calor. Incluso en trabajos en interiores que no están debidamente climatizados, el calor corporal generado por la actividad física o por el uso de ropa inadecuada puede desencadenar esta condición.
La prevención: la mejor arma contra el golpe de calor
El calor en el trabajo es un riesgo real que puede tener consecuencias fatales. Por eso, la prevención es la mejor arma contra los efectos del calor. Conocer, estar informado y actuar con responsabilidad son claves para proteger la salud de los trabajadores.
En este apartado, abordaremos las medidas preventivas que tanto las empresas como los trabajadores deben conocer e implementar para evitar el golpe de calor.
Responsabilidades de la empresa:
- Proporcionar formación a toda la plantilla, incluidos responsables y mandos intermedios sobre los riesgos asociados al trabajo en ambientes calurosos, los efectos del calor en la salud, las medidas preventivas que deben tomar, primeros auxilios y cómo actuar en caso de emergencia.
- Analizar los procesos de trabajo y realizar las modificaciones necesarias para eliminar o reducir el esfuerzo físico excesivo, especialmente durante las horas más calurosas del día.
- Reducir el tiempo de exposición al calor, estableciendo rotaciones de puestos de trabajo, evitando puestos permanentes bajo el sol, o instalando toldos u otros medios de protección para crear sombra.
- Permitir a los trabajadores adaptar su ritmo de trabajo a las condiciones climáticas, especialmente en los días de mayor calor.
- Planificar la aclimatación del personal que se incorpora por primera vez, que regresa de vacaciones o que ha estado de baja, ya que son más propensos a sufrir los efectos del calor.
- Proporcionar agua fresca y en abundancia, así como lugares de descanso frescos, cubiertos o a la sombra.
Responsabilidades de los trabajadores:
- Protegerse del sol, mediante gorras, gafas de sol y cremas solares con protección alta para protegerse de los rayos ultravioletas.
- Beber agua fresca con frecuencia, incluso si no se tiene sed, para mantener una buena hidratación.
- Optar por comidas ligeras y evitar comidas copiosas que puedan dificultar la digestión y generar mayor calor corporal.
- Usar ropa ligera y de colores claros para favorecer la transpiración y ayuda a mantener el cuerpo fresco.
- Realizar pausas frecuentes para descansar a la sombra y evitar la exposición prolongada al calor.
- Refrescarse al terminar el trabajo para ayudar a bajar la temperatura corporal.
Es importante recordar que, aunque cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, hay trabajadores especialmente sensibles, como las mujeres embarazadas, las personas mayores o aquellas con enfermedades que puedan agravarse con el calor. En estos casos, deben consultar con su servicio de prevención de riesgos laborales para recibir las recomendaciones adecuadas.
¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor?
Para identificar un golpe de calor a tiempo, es determinante reconocer sus síntomas, que pueden variar en intensidad y aparecer de forma gradual o repentina.
- Dolor de cabeza intenso: Un dolor de cabeza punzante y persistente es uno de los primeros indicadores de golpe de calor.
- Piel seca y caliente al tacto: La piel se siente caliente y seca al tacto, ya que el cuerpo no está sudando para eliminar el calor.
- Ausencia de sudor: A pesar del calor extremo, la piel no produce sudor, lo que es una señal clara de que los mecanismos termorreguladores están fallando.
- Sed intensa: La persona siente una sed extrema y constante, como si no pudiera saciarse.
- Respiración rápida y sensación de falta de aire: La respiración se acelera y se vuelve superficial, lo que indica que el cuerpo está luchando por obtener oxígeno.
- Taquicardia y pulso rápido: El corazón late más rápido de lo normal, un intento del cuerpo de compensar el aumento de la temperatura.
- Mareos, confusión, convulsiones e incluso pérdida de conocimiento: El cerebro se ve afectado por el calor extremo, lo que puede provocar mareos, desorientación, convulsiones e incluso la pérdida de conciencia.
- Náuseas y vómitos: El sistema digestivo también se ve afectado por el calor, lo que puede provocar náuseas, vómitos e incluso diarrea.
Recuerda siempre que estos síntomas pueden variar en intensidad y aparecer de forma gradual o repentina. Si observas alguno de estos síntomas en ti mismo o en un compañero, es crucial actuar de inmediato.
Cómo actuar ante un golpe de calor: pasos cruciales para salvar vidas
Ante un golpe de calor, la acción efectiva es determinante para evitar consecuencias graves. El objetivo primordial es bajar la temperatura corporal de la persona afectada a 37°C, lo que significa actuar con serenidad y siguiendo estos pasos:
- Trasladar a la persona a un lugar fresco y aireado: Busca una sombra o un lugar con aire acondicionado. Es fundamental que la persona esté en un ambiente fresco para facilitar la bajada de temperatura.
- Aflojar la ropa: Quita o afloja la ropa de la persona, especialmente alrededor del cuello, las ingles y las axilas. Esto permitirá que el aire circule mejor y el cuerpo libere calor más rápidamente.
- Aplicar compresas frías: Utiliza toallas, compresas o paños humedecidos con agua fría y colócalos sobre el cuello, las ingles, las axilas y la frente. Puedes renovar las compresas con frecuencia para mantener el efecto frío.
- Hidratar con agua fresca: Si la persona está consciente, ofrécele agua fresca en pequeñas cantidades y a sorbos. La hidratación es crucial para reponer los líquidos perdidos y prevenir la deshidratación.
- Llamar a emergencias: Independientemente de la gravedad de los síntomas, es fundamental llamar al servicio de emergencias médicas. Un profesional sanitario podrá evaluar la situación y proporcionar el tratamiento adecuado.
Como ves, el golpe de calor es un riesgo laboral grave, pero prevenirlo es posible si conocemos y ponemos en práctica las medidas adecuadas. ¡Recuerda!, la formación y la acción preventiva son la clave para crear entornos de trabajo seguros y saludables, incluso en los días más calurosos del año.