Regulado en España desde 2018, el derecho a la desconexión digital se estableció como una medida esencial para proteger el bienestar de las personas trabajadoras frente a los riesgos de la hiperconectividad. Sin embargo, pese a ser un derecho irrenunciable, su cumplimiento sigue siendo insuficiente en muchas organizaciones. La falta de acción ha generado un impacto negativo tanto en la salud laboral como en el rendimiento empresarial, una realidad que las empresas ya no pueden ignorar.
Las autoridades están endureciendo las medidas por incumplimiento de la normativa
Las razones son contundentes. Por un lado, la hiperconectividad está ligada a problemas como el agotamiento profesional, la fatiga crónica y la desconexión emocional, que afectan tanto a los equipos como a la productividad. Pero ahora hay un factor adicional que refuerza la urgencia: las autoridades están endureciendo su postura sobre el cumplimiento de la normativa. Este mismo año, las sanciones por no regular adecuadamente la desconexión digital se están intensificando y las empresas que no tomen medidas no solo se arriesgan a sanciones económicas, sino también a un deterioro de su reputación y clima laboral.
La formación es la clave para garantizar el cumplimiento. Además estas formaciones son por ahora bonificables, lo que permite a las empresas convertir una necesidad en una oportunidad de crecimiento y mejora interna.
En este artículo, exploraremos por qué formar a tus equipos en desconexión digital es más relevante que nunca, cómo puedes comenzar a implementar estas acciones y cuáles son los beneficios de hacerlo ahora.
¿Qué es el derecho a la desconexión digital?
El derecho a la desconexión digital no debe ser percibido como una barrera para las empresas; es una respuesta necesaria al entorno laboral actual. En un mundo donde la tecnología ha borrado las líneas entre lo personal y lo profesional, garantizar este derecho es imprescindible para proteger tanto la salud de las personas trabajadoras como la sostenibilidad empresarial.
La desconexión digital asegura que todas las personas trabajadoras, desde roles operativos hasta directivos, puedan disfrutar de su tiempo libre sin estar bajo la presión de atender llamadas, correos o mensajes fuera de su horario laboral. Este derecho aplica tanto en entornos presenciales como en teletrabajo o modalidades híbridas y está respaldado por dos pilares normativos clave:
La Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD)
En su artículo 88, establece que las personas trabajadores tienen derecho a la desconexión digital para garantizar el respeto de su tiempo de descanso y su vida personal. Además, obliga a las empresas a desarrollar políticas internas que incluyan acciones de formación y sensibilización para prevenir los riesgos asociados a la hiperconectividad.
La Ley 10/2021, de Trabajo a Distancia (LTD)
Refuerza esta obligación, especialmente en el contexto del teletrabajo y reconoce que las nuevas formas de organización laboral requieren estrategias específicas para garantizar el bienestar psicosocial de las personas trabajadoras.
¿Por qué es crucial garantizar el derecho a la desconexión digital?
Pensemos en el caso de Juan, un analista financiero que termina su jornada laboral a las seis de la tarde. Una noche, cuando está en casa cenando con su familia, recibe un mensaje de su jefe a las nueve solicitando una revisión urgente de un informe para una reunión del día siguiente. Aunque sabe que podría abordar la tarea a primera hora de la mañana, Juan siente que, si no responde de inmediato, podría parecer desinteresado o poco comprometido.
Se pone frente al ordenador y pasa casi dos horas ajustando el informe. Esa noche, su descanso es interrumpido porque no puede dejar de pensar si los cambios serán suficientes. Al día siguiente, Juan se siente agotado y menos productivo. No rinde igual en su jornada, pero esta situación empieza a repetirse con frecuencia.
A corto plazo, Juan experimenta estrés, duerme mal y pierde el equilibrio entre su vida personal y laboral. A largo plazo, este patrón le lleva al agotamiento emocional, afectando su salud mental y su motivación. Ya no siente el mismo compromiso con la empresa, y sus relaciones personales también se resienten.
En paralelo, la organización comienza a notar el impacto: Juan, un trabajador antes eficiente y motivado, ahora tiene un desempeño irregular. La falta de límites claros en la desconexión digital no solo afecta a Juan, sino que genera un clima laboral donde el agotamiento y la desmotivación se contagian a otros miembros del equipo.
No podemos seguir normalizando la hiperconectividad. El coste de ignorar esta situación es elevado, tanto en sanciones por incumplir la normativa, como en el impacto negativo en las personas y las organizaciones. Apostar por la formación en esta materia es el primer paso necesario para cambiar la mentalidad y fomentar hábitos saludables.
El momento de actuar es ahora. Formación en desconexión digital bonificable y adaptada
El derecho a la desconexión digital, aunque aún no contemplado en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, está siendo objeto de debate y podría incorporarse en futuras actualizaciones de la normativa. Mientras tanto, las empresas están obligadas a garantizar este derecho según la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) y la Ley de Trabajo a Distancia, donde sí se establece claramente que, para garantizar la desconexión digital y prevenir los riesgos del exceso de exposición a dispositivos digitales, es necesario formar y sensibilizar a los equipos sobre un uso responsable de las herramientas tecnológicas.
La formación en desconexión digital es altamente recomendable y, además, bonificable, lo que permite a las empresas cumplir con la normativa vigente y, al mismo tiempo, aprovechar beneficios económicos. No esperes a que la normativa cambie; actúa ahora para proteger el bienestar de tus equipos y garantizar el cumplimiento de las obligaciones legales.
En Digital Preventor ofrecemos formaciones personalizadas que se adaptan a las necesidades específicas de cada organización, con un enfoque práctico y el acompañamiento que necesites. Estamos aquí para ayudarte a dar el primer paso. Solicita información sin compromiso y descubre cómo nuestra formación puede marcar la diferencia en tu empresa.