El cambio climático es una realidad incuestionable que afecta a cada rincón del planeta. Los hechos revelan que las temperaturas globales están aumentando, los eventos climáticos extremos son más frecuentes, y los ecosistemas se encuentran en un estado de crisis. Hoy, Día Internacional del Cambio Climático, reflexionamos sobre la responsabilidad medioambiental que tenemos las empresas, no solo de adoptar prácticas sostenibles en nuestras operaciones, sino también, y no menos importante, de evitar a los trabajadores los nuevos riesgos derivados del cambio climático.
En este artículo abordamos el concepto de “punto sin retorno” y la necesidad de integrar la responsabilidad ambiental en nuestros valores y estrategia empresarial, como paso previo necesario para que todos los miembros de la organización actuemos en la misma dirección y estemos preparados para abordar los nuevos desafíos.
El cambio climático, una realidad
En las últimas décadas, hemos observado un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como las olas de calor y las sequías. Hemos asistido a inundaciones, ciclones, tormentas y grandes nevadas con consecuencias nefastas. El cambio climático no es un fenómeno abstracto, nos afecta a todos de manera personal y, a su vez, cada decisión que tomamos, cada acción que emprendemos, tiene un impacto en la salud de nuestro planeta. Hemos podido comprobar, sino al completo, sí una buena parte del impacto que estos eventos climatológicos tienen en la sociedad. Desde la pérdida de vidas y bienes, la desestabilización de ecosistemas, la inseguridad alimentaria hasta la migración forzada y los sistemas financieros.
Más allá de las controversias que suscitan algunos aspectos en torno al cambio climático, como las causas o las responsabilidades, lo que es incuestionable es que el cambio climático existe, y lo hace siendo un desafío global que, sin duda, nos afecta a todos. Afrontarlo requiere por lo tanto la cooperación de gobiernos, empresas y ciudadanos de todo el mundo. La toma de medidas individuales y colectivas para reducir las emisiones y promover la sostenibilidad es esencial para mitigar sus efectos y limitar el calentamiento global. Es, además, urgente, si queremos evitar consecuencias aún más graves.
El “punto sin retorno”
El concepto de «punto sin retorno» en el contexto del cambio climático se refiere a un umbral crítico en el que los efectos del calentamiento global podrían volverse extremadamente graves o irreversibles. En otras palabras, es un concepto que destaca la urgencia de abordar el cambio climático antes de que alcancemos un punto en el que los impactos sean graves, irreversibles y difíciles de controlar.
Lo que ocurre es que el cambio climático desencadena eventos que, a su vez, aumentan la velocidad del calentamiento. Y una vez que se cruzan ciertos umbrales, las consecuencias pueden ser graves e impredecibles, lo que podría incluir eventos climáticos extremos más frecuentes y que podrían tener un impacto devastador en la vida de las personas y en la capacidad de la civilización para prosperar. Por ejemplo, si se derrite una gran parte de la capa de hielo de Groenlandia o de la Antártida, esto elevaría el nivel del mar de manera significativa, y ese aumento podría ser irreversible.
Es crucial tomar medidas efectivas de mitigación del cambio climático lo antes posible para evitar consecuencias catastróficas en el futuro. Esto implica reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover la utilización de fuentes de energía más limpias y adoptar prácticas sostenibles. Cuanto más tardemos en actuar, más cerca estaremos de cruzar ese umbral crítico.
Cultura Medioambiental Compartida: El Pilar de la Sostenibilidad Empresarial
En este contexto, y al margen de la obligación legal existente en la actualidad, es obvio el importantísimo papel que jugamos las empresas en la lucha contra el cambio climático. Enfrentamos una doble necesidad, la de tomar medidas concretas de mitigación y la de abordar los nuevos riesgos para garantizar la seguridad de nuestros trabajadores.
Pero, para que una empresa sea verdaderamente sostenible, es esencial que todos sus miembros compartan de manera genuina una mentalidad medioambiental arraigada en su cultura empresarial. La sostenibilidad no es solo un conjunto de acciones individuales, es una forma de pensar y de actuar que todos los empleados deben abrazar. Y solo a través de una cultura medioambiental compartida podemos trabajar de manera alineada para mitigar el cambio climático y reducir nuestro impacto en el entorno.
Formación y sensibilización medioambiental
Esto implica no sólo la adopción de prácticas sostenibles en nuestras operaciones, sino también la integración de la responsabilidad ambiental en nuestros valores y estrategia empresarial, que debemos transmitir a los miembros de la organización. Esto puede lograrse mediante programas de formación que aborden los efectos del cambio climático, los riesgos laborales asociados y las mejores prácticas para reducir el impacto ambiental. Educar y concienciar a todos los miembros de la empresa sobre el cambio climático y la importancia de la gestión medioambiental para fomentar su participación activa en la toma de decisiones y promover una actitud sostenible en sus actividades diarias.
Las empresas no podemos ignorar nuestro compromiso de liderar con el ejemplo y motivar a otros, inspirar a nuestros empleados, clientes y competidores a tomar medidas medioambientales, generando así un efecto multiplicador en la sociedad.
Medidas de mitigación y adaptación al cambio climático
Veamos algunas de las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático y cómo la colaboración con otras partes interesadas y la transparencia pueden ayudarnos a enfrentar con éxito los desafíos del cambio climático:
Reducción de emisiones e innovación tecnológica
Implementar estrategias para reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Esto incluye la transición a fuentes de energía más limpias, la mejora de la eficiencia energética en operaciones y la inversión en tecnologías más sostenibles. Por ejemplo, se puede innovar en áreas como la energía renovable, la movilidad eléctrica y la gestión de residuos, o mediante la adopción de prácticas de producción más sostenibles y la selección de proveedores comprometidos con la sostenibilidad. Además, las empresas debemos promover la economía circular, reutilizando y reciclando materiales en lugar de desecharlos.
La transición a fuentes de energía limpias y la eliminación de productos químicos tóxicos en los procesos de producción protegen tanto al medio ambiente como a los empleados. Recordemos también que la inversión en tecnologías limpias y sostenibles puede abrir nuevas oportunidades de mercado.
Evaluación de riesgos y adaptación
Dado que algunos efectos del cambio climático son inevitables, es crucial adaptarse a ellos. Esto incluye la construcción de infraestructuras resistentes al clima, la planificación urbana inteligente que tenga en cuenta los riesgos climáticos, la gestión del agua y la protección de zonas costeras.
Para ello se deben evaluar los riesgos climáticos y desarrollar planes de adaptación. Esto implica considerar cómo los eventos climáticos extremos pueden afectar sus operaciones y tomar medidas para mitigar esos riesgos.
Cuidar y proteger a los trabajadores
El cambio climático no solo afecta al planeta, sino también a cada una de las personas que lo habitamos. Por lo tanto, todas las medidas vistas hasta ahora van a impactar también en nuestro propio bienestar y en el de todos los trabajadores y colaboradores.
No obstante, proteger a los trabajadores de los riesgos derivados del cambio climático es una prioridad en cualquier empresa. Requiere planes de acción y procedimientos de emergencia que aborden los riesgos asociados con eventos climáticos extremos, (como olas de calor, inundaciones o incendios), así como programas de formación que capaciten a los trabajadores para saber cómo actuar en cada caso:
Evaluación de riesgos:
Realizar evaluaciones de riesgos actualizadas para tener en cuenta los cambios climáticos y los nuevos riesgos que surgen. Esto es esencial para desarrollar estrategias de prevención de riesgos laborales efectivas.
Equipos de protección y capacitación:
Proporcionar equipos de protección adecuados al puesto de trabajo y al entorno. Esto puede incluir ropa de trabajo diseñada para climas extremos, protección solar, equipos de seguridad contra incendios y capacitación regular sobre seguridad en condiciones climáticas adversas.
Emergencias y plan de contingencia:
A medida que los eventos climáticos extremos se vuelven más frecuentes e intensos, es necesario mejorar la preparación y respuesta a desastres. Esto implica la implementación de sistemas de alerta temprana, la capacitación de los miembros de la empresa y sus colaboradores y la planificación de evacuación.
Desarrollar planes de contingencia que permitan proteger a los trabajadores y las instalaciones en caso de emergencias relacionadas con el cambio climático, como incendios o inundaciones. Esto implica la formación de equipos de respuesta y la implementación de medidas preventivas.
Cultura de bienestar y apoyo:
Esto incluye la promoción de la salud mental de los empleados y la provisión de recursos para lidiar con el estrés relacionado con el cambio climático. El equilibrio entre trabajo y vida personal también debe ser una prioridad.
Protección en interiores:
No se deben pasar por alto los riesgos para los trabajadores en interiores. Los niveles de temperatura y calidad del aire interior también deben ser regulados adecuadamente para garantizar la salud y la seguridad de los empleados.
Participación en la comunidad y colaboración
Desempeñar un papel activo en la comunidad, tanto a nivel local como internacional. Apoyar proyectos de sostenibilidad local, promover la educación ambiental y participar en iniciativas de acción climática a nivel comunitario. También colaborar con otras empresas (compartir mejores prácticas y experiencias), ONG y gobiernos para abordar el cambio climático.
Transparencia
En relación a todas estas medidas, las empresas debemos ser transparentes sobre las emisiones y esfuerzos de sostenibilidad, de manera que tanto trabajadores como clientes, proveedores o inversores puedan tomar decisiones informadas y presionar por cambios positivos.
Te ayudamos a proteger el planeta y a los trabajadores
Todos tenemos a nivel individual nuestra responsabilidad en la lucha contra el cambio climático, pero las empresas, como actores clave en la economía mundial, podemos ejercer una influencia más significativa. Asumamos nuestro papel, fomentemos una cultura medioambiental, convirtámonos en agentes de cambio y fuente de inspiración en la lucha contra el cambio climático.
Con esta mentalidad, hemos diseñado en Digital Preventor nuestras formaciones. sobre gestión y sensibilización medioambiental, y aquellas destinadas a proteger a los trabajadores, asumiendo que el compromiso para enfrentar los desafíos del cambio climático ha de ser compartido.
Solicita información si lo necesitas.