No es casualidad que este año la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el trabajo haya puesto en el punto de mira el impacto de las tecnologías digitales en diversos sectores y lugares de trabajo. Y es que el vertiginoso avance tecnológico al que estamos asistiendo, si bien nos facilita aspectos de nuestra vida personal y profesional, también ha traído consigo algunos peligros que debemos tratar de evitar o al menos conocer y gestionar correctamente para que no se apoderen de nuestro día a día y terminen perjudicando a nuestras relaciones y a nuestra salud. Uno de los más comunes es el estrés o la ansiedad que puede llegar a generarnos el uso de la tecnología y la sobreexposición a dispositivos digitales.
Vamos a ver en este artículo qué es exactamente el tecnoestrés y podemos cómo gestionarlo. Abordaremos también la importancia de que las empresas facilitemos una formación continua en nuevas tecnologías con un enfoque no técnico pero preventivo.
El concepto de Tecnoestrés y Tipología
Existen muchas definiciones del concepto, pero fue un psiquiatra norteamericano llamado Craig Brod quien utilizó por primera vez, en 1984, el término tecnoestrés para referirse, literalmente, a una enfermedad. Lo definió como «una enfermedad de adaptación causada por la falta de habilidad para tratar con las nuevas tecnologías del ordenador de manera saludable» (Technostress: The Human Cost of the Computer Revolution)
Cabe destacar que la primera vez que se aborda el término se hace referencia a la falta de habilidad o incompetencia de los usuarios. Y es que uno de los síntomas del tecnoestrés, como veremos más adelante, es la ansiedad causada por la incapacidad de adaptarse a la tecnología. Dificultad de adaptación que puede deberse a distintos factores, como la falta de acceso a recursos o a dispositivos tecnológicos, a formación o, a veces, la edad.
Otras definiciones posteriores del tecnoestrés hacen hincapié en otros aspectos, como los efectos invasivos que puede tener la tecnología en nuestra vida diaria, en nuestros pensamientos comportamientos y actitudes.
No obstante, hasta 2003 no tendremos una definición que logre ser más específica (Salanova):
«Un estado psicológico negativo relacionado con el uso de TIC o amenaza de su uso en un futuro. Ese estado viene condicionado por la percepción de un desajuste entre las demandas y los recursos relacionados con el uso de las TIC que lleva a un alto nivel de activación psicofisiológica no placentera y al desarrollo de actitudes negativas hacia las TIC».
Tipos de Tecnoestrés
Al igual que ocurre con el estrés en general, el tecnoestrés puede albergar diferentes tipos específicos. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo señala cinco tipos en relación con sus causas y su sintomatología, aspectos que desarrollaremos a continuación: tecnoansiedad, tecnofobia, tecnofatiga, “síndrome de la fatiga informativa” y tecnoadicción.
Causas del Tecnoestrés
Como hemos visto, el tecnoestrés está directamente relacionado con los efectos psicosociales negativos del uso de las nuevas tecnologías y, a medida que estas avanzan, se hace más frecuente padecerlo tanto en el ámbito profesional como personal. Vamos a hacer un breve resumen de sus causas:
Dependencia de Dispositivos Tecnológicos
En la actualidad, dependemos en gran medida de nuestros dispositivos tecnológicos, que utilizamos absolutamente para todo. En el trabajo, en la comunicación y acceso a la información, y en los momentos de ocio recurrimos constantemente a la tecnología hasta el punto de que se ha convertido en una extensión de nosotros mismos. Y puede ocurrir que experimentemos ansiedad si no podemos acceder a nuestros dispositivos, o si no funcionan correctamente. Esta dependencia puede llegar a convertirse en una adicción, llevar al descuido de otras tareas importantes y tener consecuencias en nuestra salud física y mental.
Velocidad de Evolución Tecnológica
La vertiginosa velocidad a la que avanza la tecnología y la dificultad que ello puede suponer para mantenernos actualizados en su manejo puede producir la sensación de falta de control y desembocar en estrés. Frecuentemente, nos sentimos abrumados, obligados a aprender nuevas habilidades y a adaptarnos constantemente a los cambios.
Impacto en la Vida Laboral
El tecnoestrés no se limita al ámbito personal, sino que, dependiendo del sector, estamos más expuestos a experimentar tecnoestrés en el trabajo. La ansiedad y el estrés relacionado con el uso de la tecnología puede afectar especialmente a trabajadores que encuentran más desafiante el aprendizaje de las nuevas herramientas y los sistemas tecnológicos implantados en sus lugares de trabajo.
Reconociendo el Tecnoestrés
Si queremos gestionar el tecnoestrés y no dejar que condicione nuestras vidas, debemos estar capacitados para reconocer sus síntomas. Vamos a ver algunos de ellos:
- Ansiedad relacionada con la disponibilidad y funcionamiento de dispositivos tecnológicos.
- Cansancio y fatiga mental y cognitiva debido a la constante exposición a las pantallas y otros dispositivos tecnológicos.
- El llamado “síndrome de la fatiga informativa” que se concreta en la sobrecarga informativa cuando se utiliza Internet. Se manifiesta en la falta de competencia para estructurar y asimilar la nueva información derivada del uso de Internet, con la consiguiente aparición del cansancio mental.
- Dificultades para desconectar del trabajo o las notificaciones.
- Problemas de sueño debido al uso excesivo de dispositivos antes de acostarse.
- Síntomas físicos como dolores de cabeza y tensión muscular.
- Tensión y malestar por el uso presente o futuro de algún tipo de tecnología.
- Miedo a la tecnología o incluso a pensar en ella.
- Compulsión a utilizar TIC en «todo momento y en todo lugar», y utilizarlas durante largos períodos de tiempo. Los tecnoadictos son aquellas personas que quieren estar al día de los últimos avances tecnológicos y acaban siendo «dependientes» de la tecnología.
Gestión del Tecnoestrés. Aprender a Desconectar
Seguro que si te paras a pensar en la sintomatología y en las causas que nos llevan a padecer tecnoestrés, en cualquiera de sus formas, te des cuenta de lo importante que es practicar la desconexión digital. Sabemos que es difícil desconectar en un mundo en el que, como decíamos, la tecnología realmente se ha convertido en muchos aspectos en una extensión de nosotros mismos. En nuestra formación sobre Desconexión Digital, profundizamos en los beneficios de practicar la desconexión digital y te damos las pautas que te ayudarán a conseguirlo.
Una forma de empezar es desactivar notificaciones, y evitar estar constantemente revisando el correo y las redes sociales. Incluir actividad física, meditación y tiempo de calidad con amigos y familiares en nuestra rutina diaria es una forma estupenda de no dejarse llevar por esa ansiedad que nos lleva a estar todo el tiempo pendientes de nuestros dispositivos.
En casos de tecnofobia, de ansiedad o miedo producido por las dificultades que supone adaptarse a las nuevas tecnologías, lo más recomendable es proporcionar apoyo psicológico y formación continua. Solo así, las personas que lo padecen podrán invertir su relación con las nuevas tecnologías, y conseguirán percibirlas como lo que también son: herramientas que nos ayudan a mejorar la comunicación, el acceso a la información, la productividad, la calidad de nuestro trabajo y de nuestra vida.
Formación para poner la Tecnología al servicio de las personas
La transformación digital es un proceso en el que debemos aprovechar la tecnología para mejorar. Si conseguimos verlo de este modo, y aprendemos a manejar la tecnología de forma segura, ética y eficiente, conseguiremos obtener todos los beneficios que la innovación nos brinda. El reto está en aprender a hacerlo y también en un cambio de mentalidad.
En Digital Preventor ofrecemos formaciones completas para educar en la percepción y el manejo de las nuevas tecnologías. A través de nuestros cursos, tú y tu equipo comprenderéis los fundamentos de la transformación digital; a identificar aquellas situaciones en las que hay sobreexposición; los beneficios de la desconexión digital y cómo practicarla:
- Nuevas tecnologías y salud laboral
- Tecnopatías en el trabajo
- Teletrabajo, conciliación laboral y buenas prácticas
- Desconexión Digital
- Hábitos saludables para cuidar el bienestar integral.
Todas nuestras formaciones incluyen actualizaciones, procesos de evaluación y de seguimiento del alumno. Contacta con nosotros para que te ayudemos a poner en práctica el programa formativo que necesita tu empresa.
Fuentes consultadas: Guía Tecnoestrés, publicada por Foment del Treball Nacional; Agencia Europea para la Salud y Seguridad en el Trabajo e Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el trabajo