Los fenómenos meteorológicos extremos, como las DANAs (Depresión Aislada en Niveles Altos), se han vuelto cada vez más comunes y pueden surgir sin previo aviso. Enfrentarse a una DANA, ya sea en casa o en el trabajo, requiere preparación, rapidez y, sobre todo, información. En un artículo anterior, destacamos la importancia de entender cómo se desarrollan estos fenómenos y la necesidad de estar preparados para actuar de manera efectiva en caso de alerta. Conocer sus características y la respuesta adecuada puede marcar la diferencia entre una situación controlada y una emergencia imprevista.
Este artículo se enfoca en cómo actuar en el ámbito laboral ante una DANA; proporciona pautas claras para dos escenarios críticos: cómo responder si recibes una alerta de DANA antes de salir al trabajo y qué hacer si estás en el trabajo cuando la emergencia se desata. Nuestro objetivo es ayudarte a tomar decisiones informadas y seguras que prioricen tu bienestar.
Si recibes una alerta de DANA, ¿Cómo actuar en el ámbito laboral?
Cuando se recibe una alerta de DANA, especialmente de nivel naranja o rojo, es normal que surjan dudas sobre qué hacer respecto a tu trabajo, pero la seguridad siempre debe ser la prioridad, y existen medidas clave que puedes tomar para protegerte y actuar con responsabilidad.
¿Debes acudir a trabajar si hay alerta roja?
Que exista una alerta roja de la AEMET implica un “riesgo extremo” debido, en este caso, a lluvias intensas. Frente a este aviso meteorológico, las empresas deben implementar medidas preventivas para proteger a sus trabajadores, ya que tienen la responsabilidad de velar por su salud y seguridad. Esto puede incluir la suspensión de la actividad, la reprogramación de tareas para otros días o la adaptación de la jornada laboral, con opciones como el teletrabajo u otras medidas que minimicen riesgos.
Tanto el RDL 4/2023 como el Real Decreto 1483/2012 establecen la necesidad de adaptar las condiciones laborales para proteger a los empleados. El RDL 4/2023 enfatiza la respuesta a alertas meteorológicas y la implementación de medidas inmediatas para salvaguardar a los trabajadores, mientras que el Real Decreto 1483/2012 aborda el impacto a largo plazo, como la posibilidad de aplicar un ERTE para ajustar la jornada y proteger el empleo.
Es importante tener en cuenta que cada situación es diferente. Por ejemplo, los trabajos esenciales, como los de emergencia y atención sanitaria, pueden requerir la presencia de los empleados, incluso en condiciones adversas. También pueden existir discrepancias entre las alertas en el lugar de residencia y en el lugar de trabajo. Por ello, la comunicación con la empresa es clave para tomar decisiones informadas y garantizar la seguridad de todos.
Infórmate sobre el nivel de alerta y su impacto local
Consulta siempre las alertas de AEMET o de los organismos autonómicos correspondientes. Una alerta roja implica un riesgo extremo, mientras que una alerta naranja señala un riesgo importante. Además de considerar estas alertas, tanto las empresas como los trabajadores deben tener en cuenta los avisos emitidos por los sistemas de emergencia y protección civil, así como otras autoridades locales. Por ejemplo, el 12 de noviembre de 2024, la Generalitat de Catalunya impuso restricciones de movilidad en cinco comarcas de Tarragona, limitando los desplazamientos no esenciales y permitiendo solo actividades críticas como servicios sanitarios o de seguridad. Las autoridades pueden intervenir para proteger a la población y, en consecuencia, las empresas deben adaptar sus condiciones laborales para priorizar la seguridad de sus trabajadores.
Valora las recomendaciones y medidas de tu empresa
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) menciona el concepto de «riesgo grave e inminente» como criterio para proteger la seguridad, aunque este concepto no se asocia directamente con situaciones de desplazamiento o fenómenos meteorológicos. Si las alertas se activan y desplazarte al trabajo implica un riesgo para tu salud o seguridad, y tu empresa no ha emitido un mensaje al respecto o tomado medidas, sigue estas recomendaciones:
- Consulta con tu empresa: Informa sobre la situación en tu zona y pregunta por las medidas de protección implementadas.
- Comunica tu preocupación: Si consideras que el desplazamiento es inseguro, expón el estado de las condiciones y consulta si se han previsto opciones como teletrabajo, horarios flexibles o suspensión de la actividad.
- Busca apoyo si es necesario: Si no recibes una respuesta o solución adecuada, contacta a los representantes legales o sindicales de la empresa. Ellos pueden ayudarte a gestionar la situación y respaldar tu decisión.
Recopila evidencias si decides no acudir
Es importante guardar alertas oficiales, fotografías de las condiciones adversas y cualquier documento que acredite el riesgo en tu zona. También, manten un registro de tus comunicaciones con la empresa. Esta documentación puede ser crucial para demostrar que has actuado de buena fe y justificar tu ausencia si es necesario.
Prudencia en los desplazamientos
Si decides acudir al trabajo o regresar a casa durante una DANA, especialmente si la situación no se considera de riesgo extremo, extrema las precauciones en los desplazamientos. Revisa actualizaciones de tráfico y posibles cortes en las vías; evita áreas inundadas y rutas restringidas para servicios de emergencia. Si es posible, busca rutas más seguras o pospone el viaje hasta que el riesgo disminuya. Comunica a tu empresa cualquier inconveniente que surja durante el desplazamiento.
En definitiva, La prioridad ante una alerta de DANA, especialmente de nivel naranja o rojo, debe ser siempre tu seguridad. Evalúa las condiciones en tu entorno, mantente informado y comunica cualquier inquietud a tu empresa. La preparación y la prevención no solo protegen tu bienestar, sino que también ayudan a reducir el riesgo de accidentes y dificultades. En caso de dudas, contacta con tus representantes legales o sindicales para recibir apoyo y asegúrate de documentar tu decisión de no acudir al trabajo
Cómo actuar ante una emergencia de DANA en el lugar de trabajo
En la primera parte de este artículo, hemos abordado cómo actuar al recibir una alerta de DANA antes de salir al trabajo. Pero, ¿qué hacer si la emergencia se desata mientras estás en el trabajo? En estos casos, la preparación y el conocimiento del plan de emergencia de la empresa son esenciales. Si bien puede que hasta ahora no se haya considerado una prioridad contar con planes de emergencia específicos para estas situaciones, es un hecho que las empresas deben integrar protocolos específicos para enfrentar fenómenos como las DANAs, que cada vez son más comunes y pueden afectar la seguridad de los empleados y la operatividad de la empresa.
Conocer las rutas de evacuación, las zonas de seguridad y los métodos de comunicación es clave para actuar con eficacia y proteger la vida de todos. Por lo tanto. la preparación ante una DANA debe comenzar por un conocimiento profundo del plan de emergencia de la empresa. Esta preparación es esencial para que empleados y empleadas puedan actuar de manera segura y efectiva.
Qué hacer durante una DANA si estás en el lugar de trabajo: pautas y recomendaciones de actuación
Cuando te encuentres en el trabajo durante la llegada de una DANA, lo más importante es mantener la calma y seguir un plan de actuación organizado. Aunque cada empresa debe contar con sus propios procedimientos de emergencia, existen principios generales que pueden ayudar a guiar a los trabajadores en estas situaciones.
En caso de evacuación: ¿Cómo y a dónde evacuar?
Sigue las instrucciones de la empresa y de los responsables de seguridad:
- Escucha atentamente las indicaciones de los responsables de seguridad o del jefe de equipo.
- Evacúa de manera ordenada y sin pánico: No corras ni empujes a otras personas. Mantén una distancia de seguridad con los demás.
Usa las salidas de emergencia:
- Evita utilizar el ascensor, ya que podría fallar o quedar inutilizado.
- Dirígete a las zonas de evacuación o áreas de mayor seguridad.
¿A dónde evacuar?
Dependiendo de la situación y de las indicaciones de las autoridades o de la empresa, las opciones de lugares seguros variarán:
- Zonas seguras dentro del edificio: Si el edificio no presenta riesgo de derrumbe o inundación, áreas interiores, alejadas de ventanas, puertas y paredes exteriores son más seguras durante los fuertes vientos y lluvias.
- Zonas exteriores seguras: Si el riesgo de inundación es bajo, evacuar a zonas elevadas o fuera del alcance de las lluvias torrenciales es la recomendación.
- Refugios habilitados por la administración: En situaciones extremas, las autoridades locales pueden habilitar refugios temporales, como centros de salud, instalaciones deportivas o escuelas, donde las personas pueden permanecer a salvo hasta que la situación se controle.
En caso de no poder evacuar: cómo mantener la seguridad dentro del lugar de trabajo
En algunos casos, la evacuación no será posible debido a la gravedad de la situación (por ejemplo, el agua sube rápidamente o hay riesgo de colapso de estructuras). Si te encuentras en esta situación, sigue estas recomendaciones para mantenerte a salvo:
- Refúgiate en un lugar seguro: Si estás atrapado, dirígete a una zona interna y elevada, lejos de ventanas y puertas que puedan ser vulnerables a vientos fuertes o inundaciones.
- Haz señales visibles: Si te encuentras en una posición de riesgo, utiliza trapos visibles en las ventanas para ayudar a los equipos de rescate a localizarte.
- Comunicación continua: Mantén el teléfono cargado y utiliza mensajes de texto para comunicarse de manera eficiente. Informa a tu jefe o responsable de la situación y avísales si necesitas asistencia.
- Evita riesgos innecesarios: No intentes salvar equipos o materiales si esto compromete tu seguridad. Prioriza tu bienestar y el de tus compañeros.
Lo que no debes hacer durante una DANA
- Evita actuar por cuenta propia: Evita salir corriendo del edificio o intentar irte a casa sin seguir las instrucciones oficiales. La prisa y la falta de coordinación pueden poner en peligro tu seguridad y la de los demás.
- No busques a familiares: Si estás en el trabajo, tu prioridad debe ser mantenerte a salvo y seguir las directrices de seguridad de la empresa. Intentar salir en busca de familiares puede exponerte a riesgos innecesarios y complicar la evacuación.
- No uses el ascensor: Durante fenómenos como las DANA, los ascensores pueden quedar inutilizados por cortes de energía o daños estructurales.
- En ningún caso te expongas a un riesgo por salvar objetos: La vida y la seguridad personal siempre deben ser la prioridad. No arriesgues tu integridad ni la de tus compañeros por intentar recuperar equipos o pertenencias.
Comunicación durante la DANA
La comunicación es clave para garantizar la seguridad de todos en el lugar de trabajo. En una situación de emergencia como una DANA, es vital seguir estos puntos:
- Mantén informados a tus superiores: Si estás en un lugar seguro o en proceso de evacuación, informa a tu jefe o al responsable de seguridad sobre tu situación. Esto permitirá que la empresa coordine mejor la respuesta a la emergencia.
- Usa los medios de comunicación disponibles: Si el teléfono móvil está operativo, utilízalo para enviar mensajes de texto, ya que suelen ser más confiables que las llamadas durante una emergencia. Haz uso de aplicaciones de mensajería que funcionen incluso en condiciones de baja cobertura.
- Prioriza la comunicación de emergencia: Si el acceso a la red es limitado, utiliza mensajes breves para mantener el contacto con los servicios de emergencia y con las personas clave. Evita hacer llamadas prolongadas que puedan agotar la batería de tu dispositivo.
- Informa a tus familiares: Si la situación lo permite y es seguro hacerlo, comunícate con tus familiares para tranquilizarlos sobre tu estado. Asegúrate de que tus mensajes sean claros y breves para no congestionar las líneas de comunicación.
En definitiva, conocer el plan de emergencia de la empresa, seguir las instrucciones de los responsables de seguridad, y mantener una comunicación efectiva son elementos clave para manejar estas situaciones. Es fundamental que tanto las personas trabajadoras como las empresas estén comprometidos con la preparación y con el cumplimiento de los protocolos de seguridad para proteger vidas y minimizar riesgos.