El estrés, la tristeza y la ira en el trabajo no deberían considerarse emociones inevitables o simplemente parte del ambiente laboral. Más bien, son señales claras de un problema mucho más profundo. Los factores psicosociales de riesgo, cuando no se gestionan adecuadamente, generan consecuencias devastadoras, tanto para las personas trabajadoras como para las empresas. Desde el agotamiento emocional y las bajas laborales hasta la pérdida de talento y el deterioro del clima laboral, los efectos impactan directamente la salud de los empleados y el éxito organizacional.
Pero, ¿cómo se manifiestan estos riesgos? ¿Y qué podemos hacer para prevenirlos?
Cuando el trabajo se convierte en una carga insostenible
Imagina a alguien que, cada día, enfrenta un volumen de tareas desmesurado con plazos imposibles de cumplir, pero sin recibir el apoyo necesario de su equipo o superiores. La falta de autonomía para organizar su trabajo y la ausencia de reconocimiento por sus esfuerzos aumentan su frustración. Sin tener ni el conocimiento ni las herramientas para gestionar esta sobrecarga, comienza a sufrir emocionalmente, pero sigue adelante, sin que nadie reconozca el daño que está ocurriendo.
Este ejemplo refleja una situación cada vez más común. Según el último estudio de Gallup, un 36% de los trabajadores en España afirman sufrir estrés diario, un 25% se sienten tristes y un 22% experimentan ira frecuentemente en su jornada laboral. Estas emociones, lejos de ser «normales», son indicativos claros de factores psicosociales mal gestionados.
El estrés acumulado afecta su salud mental: insomnio, irritabilidad y agotamiento impactan no solo su bienestar, sino también su rendimiento laboral. Las relaciones con su equipo también se deterioran, ya que la tensión y la sobrecarga generan conflictos y afectan la colaboración. Finalmente, esta persona no puede más y decide marcharse para proteger su salud. Las consecuencias no terminan ahí: la empresa pierde a un talento valioso, se enfrenta a un aumento en los costes de contratación y adaptación de nuevo personal, y su clima laboral queda dañado.
Factores psicosociales y factores psicosociales de riesgo: ¿Qué son y cómo nos afectan?
Los factores psicosociales son aquellos aspectos o condiciones del entorno laboral que influyen en cómo nos sentimos y nos comportamos en el trabajo. Esto incluye elementos como la carga de trabajo, las relaciones con compañeros, el ambiente organizacional o el nivel de autonomía en las tareas. Si bien no todos los factores psicosociales son negativos, aquellos que no se gestionan adecuadamente pueden convertirse en factores de riesgo, provocando problemas graves como estrés, burnout, violencia, acoso laboral, acoso sexual o inseguridad contractual, entre muchos otros, que afectan tanto la salud de las personas como el funcionamiento de la empresa.
Algunos de los factores psicosociales de riesgo más comunes son:
Carga de trabajo excesiva: Cuando los empleados tienen que asumir más tareas de las que pueden manejar, sin tiempo suficiente para realizarlas adecuadamente. Esta sobrecarga genera estrés y agobio.
Falta de control o autonomía: La sensación de no tener la capacidad de tomar decisiones sobre cómo organizar y ejecutar las tareas provoca frustración y desmotivación.
Relaciones laborales conflictivas: La mala comunicación o los conflictos dentro de un equipo generan un ambiente de tensión que afecta a la colaboración y el bienestar de todos.
Plazos irreales: Los plazos inalcanzables o la presión constante para cumplir objetivos poco realistas son factores que intensifican el estrés y pueden generar ansiedad.
Falta de apoyo social o reconocimiento: La ausencia de respaldo por parte de los superiores o compañeros y compañeras, o la falta de reconocimiento por el esfuerzo realizado, reduce la motivación y genera sensación de estancamiento.
Ambiente laboral tóxico: Un entorno de trabajo negativo, donde predominan el miedo, la desconfianza o la falta de respeto, es altamente perjudicial para la salud emocional de los empleados y empleadas.
Nuevas formas de trabajo y sus riesgos psicosociales: En la era digital, nuevos riesgos como la fatiga informática, la dificultad para desconectar y el reto de encontrar un equilibrio entre la vida laboral y personal se han añadido a la lista. El trabajo remoto, por ejemplo, presenta nuevos desafíos, como el aislamiento o la imposibilidad de establecer límites claros entre trabajo y descanso.
¿Es obligatoria la formación en riesgos psicosociales?
Sí, en España la formación en riesgos psicosociales es obligatoria. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) establece que las empresas deben proteger la salud y el bienestar de sus trabajadores, lo que incluye identificar, evaluar y abordar los riesgos psicosociales. Esta obligación incluye también la puesta en marcha de medidas correctivas, preventivas y formativas para abordarlos. Por lo tanto, la formación en riesgos psicosociales debe ser parte integral de cualquier política de prevención de riesgos laborales. A medida que las normativas evolucionan, las empresas deben comprender que no basta con identificar los problemas, sino que también deben proporcionar herramientas adecuadas para gestionarlos, comenzando por la educación y la sensibilización de todas las personas en la organización, incluidas las personas encargadas de liderar y dirigir.
El coste de ignorar los factores psicosociales de riesgo
Abandonar un trabajo es solo una de las muchas consecuencias de no gestionar adecuadamente los factores psicosociales de riesgo en una organización. En el ejemplo planteado, la persona, tras sufrir en silencio sin los conocimientos ni las herramientas necesarias para afrontar la situación, colapsó y decidió marcharse.
Pero esta no es la única cara del problema: un equipo laboral estresado, o enfadado genera un impacto negativo directo en el clima laboral y el desempeño colectivo, a lo que hay que sumar el absentismo. Ignorar los factores psicosociales de riesgo puede llevar a enfermedades y bajas laborales prolongadas. Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el número de bajas por incapacidad temporal relacionadas con trastornos mentales y de comportamiento alcanzó en 2024 las 643.861, lo que representa un 10% del total de siete millones de bajas por incapacidad temporal el año pasado. Además, estas bajas son las de mayor duración: el último Monitor Adecco sobre absentismo revela que en 3 de cada 4 casos superan los seis meses.
La formación en riesgos psicosociales es una herramienta valiosa para cambiar esta realidad. Una formación adecuada permite que las personas trabajadoras y especialmente los líderes y responsables puedan identificar señales de alarma a tiempo y tomar medidas preventivas. La formación debe ser un espacio seguro para reconocer estos problemas, abordarlos abiertamente y generar soluciones. En Digital Preventor, te ayudamos a través de programas formativos adaptados a tus necesidades. Contáctanos hoy mismo para dar el primer paso hacia un entorno laboral más saludable y productivo.