Tendemos a recibir la crítica como una ofensa personal, que desencadena emociones incómodas de humillación. No nos gusta que nos señalen nuestros defectos o nuestros errores. Es aquí donde la humildad, lejos de ser sinónimo de debilidad, es una virtud poderosa, que puede ayudarnos a adoptar una respuesta positiva. Una actitud de humildad facilita la aceptación de nuestras limitaciones y nos permite valorar, e incluso agradecer, la perspectiva de los demás. Ser capaz de recibir las críticas como oportunidades de mejora en lugar de juicios personales transforma la experiencia de dar y recibir feedback en un arte y en un motor de crecimiento y mejora continua.
Exploraremos en este artículo qué implica la retroalimentación y cómo practicarla en tu empresa para que, en lugar de desencadenar rechazo y tensiones, se convierta en una oportunidad de desarrollo personal y profesional.
¿Qué es el feedback o retroalimentación?
El feedback, en el proceso de comunicación, proporciona información sobre el comportamiento o desempeño de una persona. Su poder radica en generar efectos retroactivos, es decir, en su poder de influir significativamente en el desarrollo y crecimiento de las personas. Proporcionar y recibir feedback es todo un arte que puede brindar oportunidades de mejora y adaptación, pero requiere habilidades lingüísticas precisas y una mentalidad abierta y humilde. De lo contrario, la información recibida puede ser percibida como un ataque personal y generar incómodas emociones de humillación.
Bidireccionalidad
En el ámbito laboral, el feedback efectivo implica un intercambio de información en ambas direcciones. No se trata simplemente de que los líderes proporcionen retroalimentación a los empleados, sino que también estén abiertos a recibirla. Esta dinámica bidireccional es la que contribuye a un clima laboral más colaborativo y a mejorar la comunicación en la organización.
Diferencia entre feedback y evaluación de desempeño
Es común confundir los conceptos de feedback y evaluación de desempeño. Mientras que la evaluación de desempeño implica emitir juicios y valoraciones sobre el rendimiento del empleado, el feedback se centra en proporcionar información constructiva. El objetivo principal del feedback es que el empleado comprenda sus logros hasta el momento e identifique áreas de mejora para optimizar sus resultados.
¿Por qué es importante fomentar el feedback en la empresa?
Fomentar una cultura de retroalimentación tiene múltiples beneficios para la organización. Estimula la conexión entre los empleados y la empresa, generando conciencia sobre el impacto individual en el éxito organizacional. Además, promueve la participación, la iniciativa y contribuye a un clima laboral positivo, mejorando la comunicación y el trabajo en equipo.
Sin embargo, cuando el feedback no se produce de la manera adecuada o, directamente, no existe, es perjudicial para el bienestar de las personas y afecta, lógicamente, en su compromiso, motivación, rendimiento, y todo lo que ello conlleva: malestar del equipo, clima laboral negativo, reputación, insatisfacción del cliente, y un largo etcétera de inconvenientes.
Echemos un vistazo a los tipos de retroalimentación y cómo practicarla de manera que resulta saludable y beneficiosa para las personas y para la organización de la que forman parte.
Tipos de retroalimentación o feedback
La retroalimentación puede darse entre líderes y equipo, entre pares o incluso de clientes hacia la empresa. La clasificación general distingue entre feedback positivo y negativo. El positivo se centra en resaltar las fortalezas, mientras que el negativo señala áreas de mejora. Ambos son constructivos si se aplican de manera correcta y en el momento oportuno.
La principal diferencia entre el positivo y el negativo, es que el primero se centra en señalar las fortalezas del receptor, con la intención de que este pueda identificarlas y potenciarlas o mantenerlas. El feedback negativo no ha de ser un comentario puramente negativo, sino que consiste en señalar aquellos aspectos que pueden mejorarse, indicando además orientaciones y/o sugerencias para ayudar a conseguir esa mejora.
Consejos para brindar retroalimentación constructiva
La retroalimentación positiva, enfocada en las fortalezas, es más fácil de dar y recibir. Sin embargo, ¿cómo conseguir que un feedback, ya sea positivo o negativo, sea bien recibido y no de lugar a tensiones y conflictos en el lugar de trabajo? La clave radica en cultivar un ambiente laboral donde la humildad facilite tanto la emisión como la recepción de críticas constructivas. Las siguientes recomendaciones, sin duda, te ayudarán a conseguir un feedback constructivo.
Conoce a tu equipo
Antes de lanzarte a proporcionar feedback, es fundamental conocer a fondo a tu equipo. Igualmente, al recibirlo, el hecho de conocer a la persona que lo emite, va a facilitar mucho el proceso. Cada individuo es único, y comprender sus fortalezas, debilidades y aspiraciones permite personalizar el feedback de manera efectiva. La intuición y el conocimiento personal de la plantilla serán tus aliados en este proceso.
Fomenta la apertura
Crea un entorno donde la comunicación abierta sea la norma. Anima a los miembros de tu organización a expresar sus opiniones y preocupaciones sin temor a represalias.
Equilibra lo positivo y lo negativo
Aunque señalar áreas de mejora es esencial, no subestimes el poder de resaltar los logros y fortalezas. Un feedback equilibrado refuerza el sentido de valía y motiva a mejorar sin desalentar.
Enfócate en comportamientos observables
Al ofrecer feedback, céntrate en comportamientos específicos y observables en lugar de juzgar la personalidad. Esto hace que las críticas sean más objetivas, sin que nadie se sienta juzgado y permite a las personas entender claramente lo que se espera de ellas.
Proporciona soluciones y recursos
El feedback negativo sin orientación, no solo no aporta nada, sino que resulta desalentador. Ofrece soluciones prácticas y, cuando sea necesario, proporciona recursos o apoyo para facilitar la mejora. Esto demuestra tu compromiso con el crecimiento de tu equipo.
Alinea con la cultura organizacional
No hay un enfoque único que funcione para todas las organizaciones. Alinea tus estrategias de feedback con la cultura organizacional y las metas del negocio.
Sé un modelo a seguir
Sé un modelo a seguir al recibir feedback con humildad y demostrar un compromiso constante con el aprendizaje y la mejora personal. Esto inspirará a que aquellos que reciban tu feedback adopten una actitud similar.
Actúa con rapidez, pero no improvisadamente
Para que la retroalimentación tenga mayor efecto en quien la recibe es importante no dejar pasar demasiado tiempo desde la observación. Pero si te encuentras molesto, es mejor esperar un poco y hacer comentarios una vez que se calmen los ánimos. Siempre es importante preparar bien lo que vas a decir, sin olvidar las mejores prácticas para hacerlo.
Evita el lenguaje negativo
Evita el uso de frases negativas, como por ejemplo, “no es correcto”, «está mal que…». Este tipo de comentarios puede poner a las personas a la defensiva. Puedes sustituir los comentarios negativos por sugerencias (“tal vez sería mejor si…»; «¿has considerado hacerlo de esta manera?»).
Recibir feedback negativo
Recuerda que la actitud de quien recibe feedback es igual de importante que aquella que adopta la persona que lo emite. A la hora de recibir feedback, muestra apertura para que el interlocutor se sienta cómodo, trata de identificar el mensaje detrás de la crítica y quédate con lo positivo que puedas obtener de ello. Agradece la perspectiva de los demás y su valor para tu crecimiento personal y profesional y reflexiona sobre los cambios que podrías incorporar.
Ponlo en práctica
Fomentar una cultura de retroalimentación no solo mejora el rendimiento individual sino que también fortalece la conexión entre los miembros del equipo y la empresa. Mediante nuestra píldora formativa El arte de dar y recibir feedback, practicaréis técnicas efectivas de retroalimentación y aprenderéis a establecer un plan de feedback como parte de la cultura empresarial. Contamos con un amplio catálogo de formaciones especializadas en habilidades blandas que te ayudarán a fomentar el diálogo y un clima laboral positivo. Todas ellas bonificables y compatibles con FUNDAE.
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